¿Qué se puede hacer en una isla en temporada baja o lejos de la playa? Si lo piensas detenidamente, la respuesta apunta a una excelente oportunidad para descubrir su cara más auténtica, aquella que normalmente queda a la sombra de los parasoles de verano.
Formentera es conocida por sus aguas bañadas por la posidonia, la alga que le da al mar ese color azul intenso tan característico de la isla, pero también cuenta con interesantes opciones de interior para decidirse a explorar sus 83km2 más allá de las playas o del verano.
En Mochileros de viaje hicimos una ruta por Formentera que se centró en descubrir sus secretos de interior y que tampoco deberías perderte en una visita a la isla
Ruta por Fomentera: pueblos y naturaleza más allá de las playas
El faro del cabo de Barbaria
La primera parada de este viaje es el lugar más reconocible de la isla: el faro de Barbaria. Siempre he pensado que los faros son uno de los símbolos viajeros más bonitos y éste no está exento de belleza. Pequeño, blanco, sencillo. Allí Julio Medem rodó algunas de las escenas de Lucía y el sexo y puso este lugar en el mapa mental de todos los que vimos la película.
El cabo no es un lugar urbanizado y sólo se llega a través de una carretera recta en dirección sur que acaba a los pies del faro. El atardecer es uno de los mejores momentos para visitarlo, pero no para achicharrarse las retinas mirando al sol, sino para ver como los últimos rayos caen sobre este paisaje agreste y solitario. A finales de octubre nos juntamos allí apenas una treintena de personas aunque en temporada alta la afluencia es mucho mayor.
Antes de que se pusiera el sol nos metimos por el boquete de la cueva que hay a unos 100 metros del faro y que da acceso a un mirador rocoso con (incluso) mejores vistas.
Formentera activa: kayak y trekking en Ses Salines
Entre las poblaciones de La Savina y Es Pujols encontramos el Parque Natural de Ses Salines, un humedal salino que constituía la principal fuente económica de la isla antes de la llegada del turismo. Estany Pudent (Lago maloliente) es la laguna más grande y toma este nombre debido al mal olor que tenía antes, pese a que ahora los alrededores sólo huelan a romero y a retama. En invierno, es fácil ver flamencos y garzas.
La laguna está rodeada de un camino de unos 6 kilómetros que se puede recorrer a pie o en bicicleta. El paseo es fácil y el paisaje sencillo y la ruta está señalizada. Son bastante quiénes se animan a pasear por estos tranquilos caminos para disfrutar de esa Formentera menos conocida pero igual de interesante que no deberías perderte en una ruta por Formentera.
Puedes llegar fácilmente a Ses Salines desde uno de los puntos más espectaculares de la isla: el espectacular bancal de arena blanca de Ses Illetes, una playa muy popular por su fondo marino cubierto de prados de posidonia.
Si os gusta disfrutar de la naturaleza, no os perdáis las cuevas naturales que hay mar adentro desde cala de Es Pujol, una de las zonas con más ambiente. Podéis llegar a ellas en kayak en una excursión de un par de horas. Si tienes brazos de atleta puedes acercarte hasta la punta de la cala para ver los acantilados, aunque necesitarás fuerzas para volver a tierra.
Formentera tradicional: faros, molinos de vientos y miradores
También hay una ruta por Formentera de pueblos pequeños, molinos y faros (además del de Barbaria). El Faro de la Mola es otra visita imprescindible por sus buenas vistas y está situado en la punta oriental de la isla. Junto al faro, encontramos un monolito en honor a Julio Verne, quién citó dicho faro en uno de sus libros.
Además de los faros, en Formentera también encontraréis algunos molinos de viento que durante décadas fueron imprescindibles para asegurar la alimentación de los habitantes de la isla. En la actualidad se conservan cinco molinos y Es Molí Vell es uno de los más populares y el único molino restaurado.
El molino se construyó en 1778 y se localiza a las afueras del pueblo de El Pilar de La Mola, cerca de un camino de tierra.
De camino a San Ferran des Roques paramos en uno de los miradores que permiten ver el interior de la isla desde un punto elevado. La vegetación es más abundante y se pueden observar varios bosques. En el pueblo, os podeís acercar a Fonda Pepe, uno de esos bares con personalidad donde es típico un chupito o un vermut al sol.
Es Caló de San Agustí: un pueblo de pescadores
Esta ruta por Formentera acaba en el pueblo de pescadores de Es Caló de San Agustí. La población tiene un puerto natural en una pequeña cala rodeada de casetas de madera de pescadores y buen ambiente marinero. Se trata de un pueblo típico de postal muy mediterráneo que no debes perderte en una visita a Formentera.
Atardeceres en Formentera: Es Pujol y Migjorn
Si el Faro del Cabo de Barbaria es el lugar de referencia para ver la puesta de sol, la furgoneta de Chezz Gerdi, situada al este de Es Pujol, es otro must visit intagramer para ver el atardecer. Hasta allí nos desplazamos para jugar con ella, hacernos muchas fotos con los móviles e incluso un drone.
Apurando las últimas luces del día llegamos hasta el Kiosko 62, uno de esos bares con buena música (tranquila) y orientados al mar en la playa de Migjorn. Lo mejor que puede hacer allí es relajarte. Ok, es una playa, pero es un lugar tranquilo de noche y el kiosko un buen lugar ver el atardecer compartiendo cervezas en buena compañía. De lo que se trata es de disfrutar del momento.
Gastronomía típica de Formentera: pulpo frito, arroz negro y flaó
No podemos abandonar Formentera sin acercarnos a su gastronomía. En la isla no hay demasiados chiringuitos de frituras tan típicos de otros lugares, pero sí que podrás encontrar lugares de tradición marinera de calidad como el Vogamarí, el restaurante al que fuimos a almorzar durante nuestros segundo día en Formentera. Está situado a pie de la playa de Migjorn.
Algunas de las especialidades típicas que probamos allí fueron la ensalada de payés, a base de rape aliñado con patata, tomate, cebolla y pimiento; el pulpo frito con cebolla, tomate y un suave sabor a ajo, y como doble plato principal fideuà y arroz negro, dos clásicos que no pueden faltar en el mediterráneo.
El flaó es un postre típico de Ibiza y Formentera, especialmente recomendable para amantes del queso de oveja debido a su sabor fuerte. El pastel está condimentado con menta y miel y lo podéis encontrar en un buen número de restaurantes.
Una última recomendación no hace referencia a gastronomía típica, pero sí a uno de esos lugares must visit en una ruta por Formentera. El Blue Bar, un restaurante de día y club chill-out de noche, está situado en la playa de Migjorn y es inconfundible por su vívido color azul setentero y por los ovnis y otros motivos sci-fi que decoran las paredes.
Allí podéis ver caer la tarde y entrar en la noche a ritmo de buena música y de un paisaje revitalizante basado en la bellaza de las pequeñas cosas.
Cómo llegar a Formentera
Formentera tiene 12.000 habitantes. La capital está situada en Sant Francesc Xavier, en el centro de la isla. Para llegar, lo más fácil es volar hasta Ibiza y coger uno de los ferrys que parten de la ciudad de Ibiza y que llegan en 30 minutos al pequeño puerto de La Savina de Formentera situada en la punta noroeste de la isla.
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En el puerto se pueden alquilar bicicletas, motos o coches tan icónicos como el Mehari, uno de los más utilizados para recorrer la isla. Alquiler uno de estos vehículos es la mejor forma de emprender una ruta por Formentera a tu aire y de disfrutar de todo lo que ofrece.
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Este viaje forma parte del blogtrip #BetterInWinter organizado por Baleares Travel Bloggers y Turismo de Baleares.
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