Un viaje a Irlanda es sinónimo de cerveza, mucha música en directo y tradición celta. La isla también ofrece bellos parajes verdes, agrestes acantilados y un ambiente rural a apenas unos kilómetros de la capital.
Dublín es una ciudad que puede visitarse en dos o tres días. De día, puedes recorrer cafeterías o librerías como la Trinity College Library, aunque ciertamente la ciudad es mucho más conocida por su ambiente nocturno, especialmente en la zona de pubs de Temple Bar.
Para los amantes de la música en directo, Irlanda es un país de ensueño.
La música es, junto a la cerveza, la gran protagonista en muchos de los pubs del país. La cantidad de músicos tocando en vivo canciones pop-rock o música tradicional irlandesa, es casi proporcional al número de bares. Es fácil ver a los irlandeses (y turistas) beber mientras corean himnos populares como “Whiskey in the jar”.
En Mochileros de viaje hemos visitado el país un par de veces: la primera para hacer un road trip por Irlanda del Norte, los acantilados de Moher y conocer Cashel. En otra ocasión visitamos Dublín en un fin de semana para disfrutar de su ambiente musical y de Glendalough, un lugar muy especial para los irlandeses.
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