El corazón de Tokio late bajo los brillantes neones de Shinjuku, el barrio más singular de la ciudad. En los ochenta, Japón expandió su tecnología y futurismo por el mundo en base también a una idea mental de Tokio que todavía hoy perdura y que se materializa en este barrio: la de una ciudad con calles estrechas y neones encendidos hasta la madrugada, llena de pequeños locales de ramen humeantes y con los salary men yendo a trabajar como autómatas vestidos con camisas blancas y pantalones de oficina demasiadas horas extras. Todas esas escenas y más son Shinjuku.
El barrio se puede visitar de pasada en una tarde-noche, pero lo mejor es alojarse allí un mínimo de dos noches para no perderse todos los detalles de un Tokio que no duerme y con muchas más caras de las que en un primer vistazo te dejan ver sus brillantes neones.
De día, visita otros lugares de interés en la ciudad más grande del mundo como la zona comercial de Shibuya; el ambiente desenfadado kawaii en los alrededores de la calle Takeshita en Harajuku, o los templos clásicos en el barrio de Asakusa. Pero deja que las tardes y noches pertenezcan a neón Tokio, la versión real de Neo-Tokio reconstruido en tantos animes japoneses.
El mejor recorrido por el barrio de Shinjuku como inicio la estación de tren que toma el nombre del barrio, la más grande y frenética de la ciudad, y acaba en el auténtico barrio coreano de Shin-Okubo.
¡No te lo pierdas!
Qué ver en Shinjuku, el Tokio del os neones
- La estación más grande de Tokio
- El gato gigante en 3D de Shinjuku
- La gran avenida de los neones
- Una cabeza de Godzilla te mira desafiante
- Kabukicho, el barrio rojo de Tokio con príncipes, princesas y castillos
- Omoide Yokocho, los callejones con restaurantes y izakayas
- Shinjuku desde las alturas: mejores miradores
- Comer en Shinjuku con los salary men
- Golden Gai, el barrio LGTB de Tokio
- K-Pop y barbacoas en Shin-Okubo, el barrio coreano de Tokio
- Hoteles cápsula, el Tokio más pequeño
La estación más grande de Tokio
Unos 3,5 millones de personas pasando a diario por los 36 andenes y 200 salidas de la estación de tren de Shinjuku, la más grande de Tokio. No hay nada más parecido a un enjambre y dentro parece una mini ciudad donde no faltan restaurantes (por cierto, de gran calidad aquí también) y tiendas de ropa.
Las oficinas de JR East Travel las encontrarás en la East Gate. Allí puedes recoger tu Japan Rail Pass, el pase que te permite visitar Japón en tren, o conseguir una de las codiciadas tarjetas Suica, las tarjetas monedero recargables tan útiles para moverte más rápido por las líneas de tren metro y tren de Tokio sin necesidad de conservar el diminuto ticket de papel que escupen las máquinas tradicionales.
A la estación de tren de Shinjuku llegan varias líneas de metro y tren, la más relevante la línea circular de metro Yamanote que para en las zonas más populares y que comparten turistas fascinados, tokiotas aislados y los salary men que a primera hora de la mañana llegan en silencio y cabizbajos para trabajar y que vuelven a casa borrachines tras una larga jornada que muy a menudo sigue muy tarde en algún bar de Shinjuku, dando coba su jefe.
Las cuatro salidas principales son representativas de todas las caras de Shinkjuku: la salida oeste (West Exit) es la administrativa y oficial y te deja cerca del Tokio del Edificio del Gobierno Metropolitano de Tokio (el ayuntamiento). Al noreste, saldrás cerca de Kabukicho, el incansable barrio rojo que concentra la noche más loca de Tokio. La salida sureste es para llegar al jardín Shinjuku Gyoen, una gran parque que da calma al centro y la salida sur se abre a un gran centro comercial con muchos restaurantes. Si te pierdes puedes orientarte mejor con la app oficial de Shinkuju.
Que te empujen trabajadores del metro uniformados y con guantes en hora punta (las 18:00h) para entrar en los vagones es real y sucede. Si eres mujer, puedes usar los vagones especiales reservados para mujeres en las horas punta. Dentro puedes rebuscar todo tipo de trajes y accesorios de este estilo.
El gato gigante en 3D de Shinjuku
Los neones no son exclusivos de una determinada zona de Shinjuku, pero los más emblemáticos los encontrarás por la salida este, que se abre a la JR Shinjuku East Station Square, una plaza rodeada de pequeños centros comerciales.
Desde allí, cientos de personas se paran a diario para ver la pantalla de LEDs hiperrealista más famosa del barrio, ubicada en esta plaza y una de las estrellas recurrentes de los algoritmos de Tik Tok e Instagram: la del Gato gigante en 3D de la Cross Shinjuku Vision, que desde las 7 a las 1:00h de la madrugada juega, dirige el tráfico o da consejos a través de un micrófono según el momento.
Esta pantalla curva con imágenes en 4K y altavoces de alta calidad consigue paralizar (¡en Shinjuku!) a visitantes y tokiotas. La plaza es un punto de encuentro en el barrio.
Si sigues la calle peatonal que pasa por debajo del gato llegarás a la Shinjuku Moa Street, donde podrás ver los primeros locales de ramen con neones en las fachadas y con cocinas abiertas 24/7. Shinjuku nunca duerme y siempre hay hueco para reponer fuerzas en algún restaurante. También en Moa Street se ubican locales singulares como el de la tienda Mars, una de las preferidas de la lolitas japonesas que visten en blanco y negro con faldas rococó, camisas victorianas con churreras y paraguas góticos.
La gran avenida de los neones
Calle abajo por la Shinjuku Moa Street llegarás a la avenida de Kabukicho, la más importante de esta zona. En ella su ubican varios supermercados express 24/7 super populares en Japón, (los Lawson o los míticos 7/Eleven, entre otros) y las últimas tiendas de electrónica que años atrás llenaron el barrio de relojes Casio, móviles y ordenadores con descuento ahora ya casi vacías de compradores.
Éstas han ido despareciendo poco a poco ante el avance de la venta online y de un gigante en japón, aquí ubicado en la intersección de la Shinjuku Moa Street y la avenida Kabukicho: la tienda Don Quijote o Donki (ドンキ), una de las más famosas del país y con múltiples sedes en varias ciudades.
Su mascota Donpen, un pingüino azul con un gorrito, corona la avenida desde lo alto de la facha de esta imbatible gran tienda de siete plantas. En los Don Quijote puedes comprar de todo: productos de cosmética, disfraces y gadgets de electrónica absurdos, juegos curiosos y extravagantes snacks de cualquier sabor. La gente sale con cestas llenas de singularidades. Si te retas a encontrar la cosa más rara y extravagante es tremendamente divertida. Dentro son tiendas llenas de colores, aquí puedes ver el último comercial de la marca protagonizado por el cantante Bruno Mars.
El atardecer es el mejor momento para callejear por la avenida de Kabukicho, con los neones brillando por encima de tu cabeza.
Una cabeza de Godzilla te mira desafiante
Godzilla quiso destruir Tokio muchas veces, pero aun y así los tokiotas (y por supuesto los extranjeros) le tenemos cariño. Shinjuku es una de las zonas de la capital donde ver a Godzilla. Su cabeza sin cuerpo la encontrarás en la Godzilla Road o Central Road, una calle reconocible por un arco azul. En concreto, la verás sobre el tejado del edificio Shinjuku Toho, ubicado en una de las intersecciones de la avenida Kabukicho.
Desde 50 metros de alto vigila a diario a los paseantes de esta zona rodeada de centros comerciales.
Puedes acceder a la cabeza desde la terraza del famoso hotel Gracery de Shinjuku, instalado dentro del edificio Shinjuku Toho. Está fabricada a escala original y pesa 80 toneladas. Si quisiera comerte lo haría con ganas.
Cerca, no te pierdas el centro comercial Tokyu Kabukicho Tower, con varias plantas y tiendas arcades, populares restaurantes de fideos que recrean las calles llenas de farolillos. También con un mirador gratis en la planta superior con espectaculares vistas al barrio. Sólo así puedes estar por encima de Godzilla.
Kabukicho, el barrio rojo de Tokio con príncipes, princesas y castillos
En Japón ya no hay samuráis, pero sí que siguen existiendo princesas y príncipes, sólo que aquí son protagonistas de cuentos rojos.
Desdibujado entre el ocio más comercial de Shinjuku se ubica Kabukicho, el barrio rojo de Tokio. El acceso al barrio se realiza cruzando un arco en este caso rojo (y por supuesto luminoso) por la Kabukicho sakura-dori street que se abre en pararelo a la Godzilal Road. En este punto, ya se ven los primeros locales que anuncian servicios, sin nada real muy explícito a la vista.
En Japón la prostitución está bastante extendida y es visibles en grandes ciudades, pero siempre con un punto más sutil que en otros lugares del mundo. Que no se vea tanto, no quiere decir que no esté ahí. No verás profesionales del sexo con poca ropa en la calle. De hecho, las chicas (y muchos chicos) suelen ir bastante bien vestidos. Ellas, con faltas cortas, look Lolita y con los hombros y el escote cubiertos, y ellos con pequeños bolsos a modo de riñonera, todos de pie y esperando. No son muchos y puedes pasear tranquilamente sin que te agobien.
La zona posterior a la cabeza de Godzilla concentra la mayoría de locales que se suelen anunciar.. como castillos, porque en cierto modo lo son. En su exterior, dibujan príncipes y princesas y algunos están decorados con torres que parecen salidas de los clásicos de Disney. No te puedes confundir, aunque debes saber que este tipo de locales suelen estar ubicados en zonas muy turísticas, como es el caso. Si ves que un hotel alquila habitaciones por horas, sospecha.
Crucé el barrio a las 8 de la mañana para ir a la estación de Shinjuku y Godzilla seguía ahí. También los últimos supervivientes de las noches locas de Kabukicho.
Omoide Yokocho, los callejones con restaurantes y izakayas
Al norte de la estación de Shinjuku no te puedes perder una zona de callejones repleta de pequeños restaurantes con farolillos en las puertas que te transportará al Tokio de la década de los 1950. Es la Omoide Yokocho, 70 pequeñas barras o bares especializados en yakitoris, brochetas de pollo a la parrilla, casquería, gyozas o fideos, entre otros.
Muchas de las cartas de estos pequeños restaurantes, a menudo para no más de 10 personas, siguen sin estar a día de hoy adaptadas para los extranjeros que visitan esta zona atraídos por su impacto visual. Así que no te extrañes si entiendes poco o nada, tampoco hay fotos para pedir los platos. Parte de un gran viaje también es experimentar y aquí puedes hacerlo con la seguridad de pedir sin saber, pero de estar comiendo en uno de los mejores países del mundo para hacerlo. Nosotros lo hicimos casi a media noche y la experiencia no pudo ser más disfrutable, auténtica y sabrosa.
Los platos, recién cocinados, son uno de los mejores exponentes del street food tokiota.
Omoide Yokocho (“Callejón de los deseos”) tiene en uno de sus accesos un reconocible cartel luminoso con ese nombre. Sus restaurantes son muy económicos y puedes comer bien por unos 700 yenes, unos 5-6 euros. También encontrarás izakayas (tabernas japonesas, uno de los pocos espacios en los que está permitido fumar en Japón), y locales gaijin-friendly, más abiertos a los extranjeros y en los que suena música occidental.
Un imprescindible que ver en Shinjuku.
Shinjuku desde las alturas: mejores miradores
Shinjuku cuenta con varios miradores interesantes entre rascacielos. El primero, en el ya mencionado centro comercial Tokyu Kabukicho Tower, junto a la cabeza de Godzilla. El segundo, en el Edificio del Gobierno Metropolitano, el ayuntamiento de Tokio. Ambos son gratis.
Si visitas Tokio por primera vez no te pierdas el del Edificio del Gobierno Metropolitano. Su principal atractivo es que cuenta con dos miradores gratuitos desde donde podrás ver una de las mejores vistas de Tokio e incluso del Monte Fuji, eso sí en días despejados.
Además, el edificio en sí es muy chulo, gracias su moderna y vanguardista arquitectura y con sus 243 metros de altura que lo han convertido en un emblema de la ciudad. En mi opinión, el Tōkyōto Chōsha (Tochō, su nombre oficial abreviado), también podría ser el edificio del ayuntamiento de la oscura Gotham City, lo que encaja perfectamente la personalidad de Shinjuku.
Los dos observatorios se ubican en la planta 45 y están acristalados, sin salida exterior. La mejor hora para visitarlos es al atardecer (abre hasta las 23:00h). De noche, es aquí donde más deslumbran las luces de neón Tokio.
Comer en Shinjuku con los salary men
La segunda vez que fui a Shinjuku de viaje a Japón acabé callejeando más allá de las zonas turísticas que te he descrito hasta aquí. Salirse de los mapas, de los listados must visit y explorar (de nuevo) sin saber a dónde vas suele ser bastante recomendable y en Tokio siempre es un must. Paseé por los rascacielos de oficinas que rodean la Shinjuku-nishiguchi Station, a unos pocos minutos del ya mencionado Don Quijote de la avenida Kabukicho (pasado el puente por el que pasan los trenes) y también al sur de la estación de Shinjuku.
En estas zonas sin apenas turistas puedes ver de lunes a viernes (especialmente los viernes) como los oficinistas salen de bares y socializan en las terrazas con sus trajes y maletas de oficina tras duras jornadas laborales. Japón suele ocupar los listados de los países menos productivos del mundo puesto que dedican muchas horas a producir poco. A veces, por motivos tan poco recomendables como esperar a que se marche el jefe el primero de la oficina. Éste, suele esperar hasta tarde para detectar qué empleado no está tan comprometido con la empresa como para irse antes de él. A menudo, tras la oficina toca quedarse a beber con él en estos restaurantes y tabernas. Un infierno laboral exigente en todos los sentidos. Muchas series y películas japonesas reflejan esta manera de trabajar. ¿Recuerdas al padre de Doraemon?
Además de cerveza, en estas salidas after work se comen tapitas de pescado rebozado, fritos y fideos. Comida rápida para compartir. Verlo y sentarse junto a ellos es una de las mejores experiencias en Shinjuku.
Dónde comer en Shinjuku con los salary men
Si necesitas una referencia todavía más concreta para encontrar locales donde pasan las tardes los salary men llega hasta el pequeño Shinpachi Shokudō Shinjuku Tonanguchi, por cierto uno de locales donde comí uno de los mejores pescados a la brasa de todo Japón.
Abre 23:00h seguidas de 04:00h a 03:00h y es el lugar perfecto para terminar la noche. Ofrece comidas rápidas con pescados y carnes a la parrilla y además las populares bento box por 500-700 yenes, menos de 7€
El local cuenta con una gran barra donde comen todos los comensales, ideal para sentarte y charlar. ¡Algunos japoneses se animan!
Otro clásico de los restaurantes de Shinjuku son los locales de Kaiten sushi, reconocibles por sus cintas transportadoras de sahsimis, onigiris y todo tipo de variedades. En estos locales puedes pedir a la carta habitualmente mediante una tablet. Cuando tu pedido te llega al cabo de unos minutos en un simpático tren bala japonés (el Shinkansen) que transporta el sushi y que para en tu mesa.
También puedes coger los platillos de sushi que avanzan sobre las cintas. Los platos son de colores y cada color indica un precio. Cuando acabes vendrán sumarte los platos que has cazado en la cinta al total que has pedido
Golden Gai, el barrio LGTB de Tokio
También en los alrededores de Kabukicho se ubica el Golden Gai, un laberinto de 6 callejuelas con 200 pequeños locales donde además de artistas, pintores y gente alternativa lo frecuentan la pequeña comunidad LGTB de la ciudad. Si no te interesan este tipo de locales, algunos con entrada no permitida para extranjeros, puedes simplemente pasearte por allí para hacerte una idea de como era la zona años atrás.
Golden Gai era un núcleo importante de prostitución y cuando ésta fue prohibida en 1958 muchos locales se transformaron en bares nocturnos. Se conservan así bares muy pequeños, con aspecto algo cutre, pero auténticos.
K-Pop y barbacoas en Shin-Okubo, el barrio coreano de Tokio
El auge del hallyu coreano, la ola cultural que ha puesto al país en el mapa global, también tiene su espacio en Shinjuku. La comunidad coreana en la ciudad es numerosa y llegó a la ciudad tras la Segunda Guerra Mundial. Antes, Japón había invadido Corea del Sur y la había sometido con prácticas que todavía hoy en día los coreanos no olvidan, como el masivo uso de las mujeres como esclavas sexuales de los soldados japoneses.
En Tokio, muchos coreanos vivieron en la zona de Shin-Okubo al norte de la estación de Shinjuku. Allí abrieron tiendas, restaurantes y ultramarinos coreanos a lo largo de la calle principal, la avenida Okubo-dori.
Hoy Shin-Okubo también brilla bajo los neones de los restaurantes de barbacoa coreana, reconocibles por sus mesas con parrillas y platos de carne, sus restaurante de pollo frito chimaek (uno de los platos más populares de Corea del Sur).
También verás tiendas de cosmética surcoreana y de música K-Pop donde las caras de las jóvenes estrellas de la música coreana son el reclamo para entrar.
Puedes llegar andando o bien parando en estación de Shin-Okubo. Por cierto, es una de las zonas más recomendables de Tokio para alojarse. Nosotros dormimos aquí tres noches y nos encantó al ambiente tan auténtico del barrio. Dormir en el corazón de Tokio te permitirá disfrutar mucho más de la ciudad.
Hoteles cápsula, el Tokio más pequeño
Shinjuku apenas duerme, pero si quieres hacerlo al más puro estilo Shinjuku hazlo en uno de los muchos hoteles cápsula que hay por la zona. Shinjuku es una buena ubicación para hacer escapadas desde la ciudad a zonas tan populares como Kamakura, para ver su templos, o el Monte Fuji y por supuesto para alojarte en Tokio.
El precio de los hoteles cápsula oscila generalmente entre los 3.000 y 5.000 yenes (30 – 40 euros) por noche e incluyen acceso a Internet de alta velocidad, además de baños y aseos compartidos. La cápsulas suelen ser para una persona o dos y cuentan con una pequeña cortinilla que te da algo de privacidad o una puerta corredera que se bloquea y abre con un código una tarjeta. El equipaje se guardan en taquillas.
Muchos turistas los usan para probar cómo es dormir en un lugar que sólo puede existir en Japón. En el país, los japoneses suelen buscarlos cuando se les escapa el último tren o se les alarga la noche, algo que en Shinjuku puede suceder.
En este tipo de hoteles es muy habitual que hombres y mujeres duerman por separado.
Si no te interesan este tipo de hoteles quizásel hotel Park Hyatt Tokyo de Shinjuku te encaje más si tienes mucho más presupuesto. Es conocido por ser el hotel de en el que Bill Murray y Scarlett Johanson compartían melancolía en la mítica película Lost in translation y se ubica cerca del Edificio del Gobierno Metropolitano. No es para todos los bolsillos y si no te llega puedes disfrutar su mítico New York Bar, el famoso bar que también aparece en la película. Por cierto, la banda sonora de Lost in translation dirigida por Sofía Coppola es ideal para callejear por esta zona.
Visitar Shinjuku supone una de las mejores experiencias de viaje en Tokio: intensa, brillante y nocturna. ¡No te la pierdas!
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