15 curiosidades de Japón. Son sólo 15, pero podrían ser bastantes más. Japón no ha sido mi primer destino de Asia (antes ya había viajado por Vietnam, Camboya, Myanmar o Tailandia), pero me ha sorprendido porque es único y no se parece al sudeste asiático. Tampoco es parecido a China, país en el que sólo estuvimos unas horas de camino a Japón.
El país nipón ha estado durante siglos cerrado y su apuesta por innovar, pero también por conservar sus tradiciones, es más que evidente. Este es mi particular listado de las cosas que más me sorprendieron:
15 curiosidades de Japón
1. Paraguas para protegerse del sol
Durante los meses de verano en Japón hace tanto o más calor que Sevilla y se puede llegar hasta casi los 40 grados. Además, tiene una alta humedad por lo que estad preparados para sudar porque lo haréis mucho.
Los japoneses tienen muchos métodos para aliviarse del calor. En las tiendas de electrónica se suelen vender toallitas refrescantes, helados, ventiladores móviles de mano o bandanas para mojarlas y ponerlas en la cabeza, etc.
Pero lo que más me sorprendió viniendo de una ciudad soleada como Barcelona fue observar que pocas personas utilizan las gafas de sol para protegerse del sol. Es mucho más popular el uso de un paraguas grande (y blanco en la mayoría de casos) con el que protegen su cara y los brazos.
2. Una mascota para todo
Japón es el país de la mascotas animadas. Clubs de deporte, empresas, ciudades, marcas, transporte, regiones, asociaciones… todos tienen una mascota oficial que muestran en láminas, pósters o en cartón-piedra a tamaño real. Así que no te extrañe ver mascotas animadas en cualquier sitio que puedas imaginar: seguramente será una mascota oficial.
Kumamon inicialmente era la mascota de la prefactura de Kumamoto y se ha convertido en una de las preferidas del país. Se calcula que hay más de 1.000 mascotas por todo Japón.
3. Los coches más pequeños del mundo
Intuía que los japoneses son los reyes a la hora de encajar cualquier cosa en espacios reducidos. Los Kei cars son los coches más pequeños y cuadrados de Japón y son muy populares debido a que no necesitan un certificado de plaza de aparcamiento. Allí donde entren lo pueden dejar.
No miden más de 3.4 metros de longitud, una anchura de 1.48 metros y dos metros metros de alto y son ideales para conducir por ciudad. Su cilindrada no puede superar los 660 centímetros cúbicos.
4. Máquinas de bebida en cada calle
Una de las cosas que más llama la atención al llegar a Japón es la gran cantidad de máquinas expendedoras de bebidas que hay en las calles. Cada esquina cuenta con una máquina que en verano vende productos refrescantes como soda y cafés helados y en invierno productos más calientes.
Cualquier particular puede ser propietario de una de estas máquinas previa autorización, lo que os aseguro que puede ser un extra muy lucrativo. Durante mi viaje las utilicé muchísimo para combatir el fuerte calor y no son especialmente caras. Una coca-cola puede costar unos 400 yenes en un restaurante y apenas unos 120 yens en una de esas máquinas.
Como curiosidad, estas máquinas también son una solución efectiva en caso de terremoto, ya que proveen bebidas cuando hay cortes de electricidad tras una catástrofe natural.
Por cierto, en una estación de tren llegué a ver una máquina expendedora de rebozados.
5. El transporte público se paga por distancia
¿Y qué novedad esa ésa? Bien, no os ofusquéis rápido. Lo que quiero decir es que el precio de todos los transportes varia en función del número de paradas que hagas. Cuanto más lejos vayas, más pagarás, aunque sólo sea tres paradas más lejos. Eso supone la mayoría de tu presupuesto en Japón tendrás que gastarlo en transportes.
En Barcelona, por ejemplo, las zonas abarcan muchas más paradas en comparación con Japón.
Los tickets se pueden comprar por viaje o bien podéis haceros una IC Card, una tarjeta de prepago que se puede cargar y que, gracias a un chip, va deduciendo en cada estación el coste del billete al pasarlo por una máquina.
Cada tarjeta IC cuesta 500 yenes no reembolsables, pero puedes usarla hasta en 7elevens, supermercados que abren hasta tarde, para pagar comida.
6. No pises el tatami
Si quieres ver a un japonés ponerse nervioso sólo tienes que pisar con tus zapatillas de calle un tatami. Estas esteras del suelo se usan como elemento decorativo en las casas y hoteles y en su origen eran de tejido paja, aunque ahora también abundan las de poliestireno expandido. La solían utilizar las familias ricas, así que es un elemento muy respetado en Japón.
Al llegar a una casa, hotel, ryokan o templo es necesario descalzarse para andar por el tatami. Muchos hoteles ofrecen zapatillas de ir por casa (y otro par más disponible en los lavabos).
Pisar un tatami con zapatillas de calle pondrá muy nervioso a un japonés, que os pedirá de inmediato que os deslacéis (y con razón).
7. Los hoteles y ryokans siempre ofrecen una yukata
Otro elemento tradicional de las casas y hoteles japoneses es la yukata, una vestimenta de algodón de costuras rectas que se utiliza para estar por casa o salir a la calle. Es mucho más sencillo que un kimono y la usan hombres y mujeres.
Las yukatas de hombre suelen ser oscuras y tener mangas menos anchas. Las personas mayores también usan colores más apagados que los jóvenes. En las posadas tradicionales (ryokans) se suele poner tras un baño termal (onsen).
8. Super orden: por eso Marie Kondo sólo puede ser japonesa
Tras visitar Japón supe por qué Marie Kondo sólo podía haber nacido allí. La sociedad japonesa está perfectamente organizada para evitar colapsos y desorden. En los supermercados encontraréis en el suelo líneas y señales os indicarán en qué lugar debéis esperar en la cola antes de que os llamen para hacer el pago en la caja.
En el caso del transporte público, las líneas indican el espacio que se debe dejar para que los viajeros salgan de los vagones y las zonas de espera de entrada al vagón según colores para cada destinación. Además, también se suele indicar el número de vagón porque, por ejemplo en los shinkansen (tren bala), los pasajeros pueden ir de pie en determinados vagones.
El suelo en Japón da muchas indicaciones, así que tendréis que empezar a acostumbraros a seguir las líneas.
9. Fumar: sí en restaurantes y sólo en algunos sitios en la calle
Otra delimitación de espacio está relacionada con el tabaco. Los japoneses no pueden fumar en cualquier sitio de la calle, sólo pueden hacerlo en pequeñas zonas habilitadas. Creo que es una de las restricciones para fumadores más duras que he visto.
Para mi sorpresa, esa restricción al aire libre no la tienen en restaurantes ni bares, donde se puede fumar en determinadas horas en el interior.
10. No hay papeleras
Es un hecho. En Japón no hay papeleras. Si tienes que tirar un papel será todo un reto encontrar una papelera, puesto que los japoneses acostumbran a llevarse la basura que generan a casa y allí la tiran.
“¿Está todo hecho una porquería?”, os preguntaréis. La respuesta es: No. A pesar de la falta de papeleras no veréis ni un papel por el suelo. Esta manía puede ser a veces un poco incómoda, así que un buen truco es buscar una máquina expendedora de bebidas, puesto que suelen tener una pequeña papelera para tirar las latas.
Y poco más.
11. Un sonido para todo
Si antes comentaba que hay una mascota para todo, también podemos decir que las calles de Japón están llenas de sonidos. Chicharras a parte, cada estación de tren tiene su propio jingle y cada vez que entra un convoy se oye un ruido diferente en cada estación.
Hay frikis de los trenes que viajan por todo el país para grabar estas famosas eki-melo (jingles) e incluso te puedes poner las sintonías en tu teléfono.
Además de melodías en los trenes, también es usual el uso de sonidos grabados de pájaros en los parques ¡e incluso en los lavabos para que no se escuche tu ruido al hacer pis!
12. Bad English
Sorprende que un país tan sumamente preparado como Japón el inglés sea tan malo. Si te da miedo que no te entiendan porque no dominas demasiado la lengua de Shakespeare no debes preocuparte demasiado: con decir 4 palabras básicas tipo “chicken”, “food”, “hotel” etc. tendrás más que suficiente. No es muy necesario hacer frases largas. De hecho, la gente mayor es la que suele tener un nivel mucho mejor que los jóvenes, que apenas te entienden cuando les hablas en inglés.
Esto causa muchas situaciones desesperantes, puesto que es muy difícil hacerse entender. Por suerte, los japoneses cuentan con pequeños traductores de voz portátiles que utilizarán para responderte e indicarte a qué hora sale el tren o señalarte el restaurante más cercano. También se pueden alquilar para turistas.
13. Pocos perros y motos
Quizás España sea uno de loa países con un mayor número de animales de compañía y motos. Así que sorprende llegar a Japón y apenas ver un par de motos, un medio de transporte muy popular en el sudeste asiático.
Tampoco es habitual ver a gente pasear a perros, supongo que porque el tamaño de las casas es reducido.
14. El Kimono y la yukata se usan para ir a pasear
El kimono es mucho más popular entre las japoneses de lo que podría parecer a priori. La yukata tampoco se queda atrás en verano, puesto que es bastante más fresquita y no requiere tantas capas de ropa por debajo.
Este tipo de prendas es habitual entre jóvenes y mayores para ir a pasear, visitar templos o pasar un rato en los parques y jardines. En lo templos es bastante fácil ver chicas jóvenes que van hasta allí con un kimono o una yukata para hacerse sesiones de fotos.
Si quieres comprar uno y no quieres gastarte demasiado dinero busca tiendas de segunda mano de yukatas y kimonos. Por la mitad de precio conseguirás una prenda original y bien cuidada.
15. Maid cafés para ellos y shallowtail para ellas
En los últimos años se han popularizado en barrios como Akihabra en Tokyo los cafés de sirvientas, unas cafeterías donde unas chicas vestidas de sirvientas sirven a los clientes haciendo un role play en el que es sirven tras su vuelta a casa.
En este tipo de cafés se paga por entrar y se asigna una camarera que te atiende de un modo muy servicial y algo infantil. Hace noñerías y dibuja caras de gatitos en el café. El origen de la idea está en los manga, donde es un guion típico de muchos de ellos.
Fuimos a visitar uno en Akihabara y la experiencia fue bastante extraña. Por cierto, existen los cafés de mayordomos para ellas en los que los que las chicas son unas ricachonas que vuelven a casa y son atendidas por un mayordomo.
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