Osaka tiene una de las noches más divertidas de todo Japón gracias al barrio de Dotonbori. Esta gran zona de ocio culinario se caracteriza por los carteles luminosos cerca del canal de Dotonbori-gawa y los restaurantes abiertos hasta altas horas de la noche que compiten por atraer a comensales mediante extravagantes rótulos gigantes. Si en el local se cocinan albóndigas, a la puerta del mismo verás un rótulo de una gigantesca bola de carne, si son especialistas en pulpo, un rótulo mecánico con tentáculos no parará de moverse en la fachada del restaurante hasta que salga el último cliente.
En Dotonbori siempre hay gente callejeando y hay que tener un gran capacidad de autocontrol para evitar comer algo nada más entrar en el barrio. Osaka adora comer y su eslogan oficial es “comer hasta reventar”. Además, es el núcleo de los negocios occidentales de Japón, lo que la convierte en una de las ciudades más abiertas. Todo ello, hace de la tercera ciudad más importante del país una visita imprescindible.
Pasamos varios días en Osaka durante nuestro viaje a Japón y siempre que pudimos fuimos a cenar a Dotonbori. Descubre a continuación nuestros 10 imprescindibles de este vibrante barrio.
Visita a Dotonbori: 10 cosas qué hacer (y sobre todo comer)
1. Reconocer el corredor Glico, un icono de Osaka

Madrid tiene como icono el cartel del Tío Pepe en la Puerta del Sol y Osaka el del Hombre de la prueba de los 300 metros de Glico. Ninguno puede hacerle sombra pese a que no es el único en este barrio con tanta devoción por los neones (y ahora los LEDs). Glico es una popular empresa de confitería de la ciudad y el cartel hace referencia a los 300 metros que puede recorrer un hombre tras consumir las calorías y la energía de un caramelo de la marca, que por cierto contiene glucógeno de ostras.
El cartel original fue instalado en 1935 y medía 20 metros de alto. Durante la Segunda Guerra Mundial fue retirado y posteriormente se volvió a instalar. Desde 2014 este atleta que levanta los brazos luce unas potentes luces de LED y es habitual que también muestre mensajes de apoyo a los Hanshin Tigers (el equipo de béisbol local) y a la selección de fútbol de Japón.
Las mejores vistas del cartel se pueden ver desde el puente Ebisu Bashi.
2. Deslumbrarte con las vistas del puente Ebisu bashi y paseo en barco por el canal de Dotonbori-gawa

En la confluencia del canal Dotonbori-gawa que da nombre al barrio y la calle comercial de Ebishu bashi-Suji encontramos el puente más popular del barrio (aunque no el único). Desde allí, el cartel de Glico deslumbra como desde ningún otro punto y las tiendas de ropa compiten en altura con mega carteles gigantes.
Es un lugar muy concurrido y abarrotado, pero merece la merece la pena cruzarlo y saludar desde el puente a los locales y turistas que constantemente cruzan en barcos que navegan sobre el canal. Algunos ofrecen incluso cenas sobre el río.
3. Sonreír con el cangrejo kistch gigante Kani-Doraku

A estas alturas del artículo ya sabrás que las luces y los rótulos gigantes forman parte de la fisonomía del barrio. Si el hombre de Glico es el icono de los neones, el cangrejo mecánico gigante de Kani Doraku Dotombori Honten es otro imperdible en forma de rótulo mecánico en una visita a Dotonbori. Por si lo dudas, el restaurante está especializado en delicias de cangrejo. Puedes degustarlas dentro o a modo de street food, como en casi todos los locales del Dotonbori.
Por cierto, cerca de este cartel en constante movimiento hay otra curiosa cámara que graba a los peatones y los muestra en una mega pantalla gigante. La gente se para y hace muecas. En ese sentido, os recomiendo que sigáis caminando por esta calle central para ver otros rótulos igual de kistch como albóndigas gigantes, empanadillas, vacas de wagyú o el pez fugu del Zubora-ya.
4. Hacerse una foto con Kuidadore Taro, el payaso con tambor que simboliza la cultura de “comer hasta reventar”

Un payaso de aspecto inquietante vestido con traje de rayas, unas gafas y un tambor simboliza la kuidaore, la cultura de comer hasta arruinarse de la ciudad. También es símbolo del gremio culinario de la ciudad. En las tiendas de souvenirs de Dotonbori se venden todo tipo de productos de merchadising con su imagen, aunque si queréis ver la figura tendréis que acercaros hasta el vestíbulo del edificio Nakaza Kuidadore, donde en 2008 el payaso volvió a su lugar original por petición popular tras el cierre del local original.
En el edificio Nakaza podéis podéis comprar souvenirs de Kuidaore Taro y comer algo en las numerosas izakayas, bares de okonomiyaki, takoyaki, brochetas, sushi o pastelerías que alberga en su interior.
5. Visitar el Konamon Museum, una oda a los takoyakis

Uno de los platos más típicos de Osaka son los takoyakis, unas bolas de pulpo con harina de trigo. En el Dotonbori se venden en casi cualquier esquina, pero uno de los lugares más populares para comerlos en el Konamon Museum. El local es muy reconocido por el gran pulpo rosa de la fachada que sustenta en uno de sus tentáculos una bola de takoyaki y por las largas colas que se forman para probarlos.
En la primera planta hay mesas para comer, la segunda tiene vistas al canal y en el tercer piso puedes hacerte unos takoyakis de cera parecidos a los platos que se exhiben en los escaparates los restaurantes de Japón para “mostrar” el producto de sus cartas. De ahí el nombre de “museo”.
6. Probar las okonomiyakis, las tortillas japonesas

Otra especialidad que no puede faltar en una visita a Dotonbori son las okonomiyakis, típicas de la región de Kansai y de Osaka. Son tortas saladas bastante contundentes que se cocinan a la plancha y se rellenan de tiras de col, carne, mariscos y hortalizas entre otras variedades. Una vez cocinadas son muy parecidas a unas tortillas, pero se cubren de una salsa fuerte de gusto similar al de la barbacoa y por encima de ésta mayonesa y copos de bonito seco que se ondulan con el propio calor de la tortilla.
Según el restaurante, la preparación del okonomiyaki es llevada a cabo por el cocinero delante del cliente en una plancha, o por los propios comensales, a los que se les proporcionan los ingrediente. En Tokio se cocina una variedad llamada monjayaki. Uno de los locales más populares para comer okonomiyakis en Dotonbori es Okonomiyaki Chitose.
7. Degustar la carne de Kobe, la más deliciosa del mundo

La carne de Kobe es una variedad hace referencia a ciertos cortes de la raza negra Tajima-ushi de vacuno wagyū (el buey japonés) criados en la prefectura de Hyōgo por ganaderos certificados. Se considera más deliciosa del mundo por su melosidad debido a la abundancia de vetas de grasa infiltrada que hace que la carne deshaga en la boca sin apenas tener que masticarla. También se la reconoce como una de las más caras porque la Denominación de Origen Kobe produce poca cantidad, apenas 3.000 cabezas de ganado al año.
Osaka es uno de los mejores lugares del mundo para probarla porque se encuentra a apenas una hora de Kobe, la ciudad de origen de esta carne. La carne de Kobe es uno de los reclamos del Dotonbori y veréis muchos restaurantes que la ofrecen
Para elegir dónde entrar, deberéis fijaros en la calificación de la misma, que se evalúa del 1 al 5 según seis características generales de la carne (donde el 5 es la máxima puntuación) y se asigna una letra A, B, C según el aprovechamiento, siendo la A la máxima puntuación. Además, se le aplica la escala de BMS ( (Beef Marbling Standard), o índice de marmoleado, que determina la ternura y sabor de la carne, y viene dada por la cantidad de grasa intramuscular. El ganado 100% wagyu obtiene una puntuación entre 10 y 12 (12 es el máximo). a una carne A5 10 ya es de micha calidad.
Nosotros decidimos probarla en Osaka y la experiencia fue muy satisfactoria:
8. Probar los kushikatsu, carnes y verduras fritos en brocheta

Los kushikatsu son otro de los platos típicos de esta ciudad que ama la comida. Se trata de un plato bastante sencillo que consiste en distintos tipos de verduras, pollo, cerdo o pescado con queso rebozado que se fríe y se pincha en un palillo de bambú o madera como a modo de brocheta. Suele combinar bien con una cerveza fresquita. Además del Dotonbori, otra zona popular para comerlos es el barrio de Shin-Sekai
9. Beber un highball, los cubatas de Osaka

A los japoneses les encanta la cerveza, el sake y los highballs, una especie de cubatas (alcohol+soda) con hielo que cómo no se sirven en el Dotonbori. Además de restaurantes, la zona cuenta con un gran número de bares, pubs e izakaya, las tabernas japonesas.
Probé un highball en un bar de menú de precio fijo y lo cierto es que estaba bastante malo, supongo que porque la soda no era de calidad.
10. Otras extravagancias culinarias en una visita a Dotonbori: ikizukuri, pez globo

Siendo como es Osaka, y el Dotonbori en particular, un lugar en el que se ama la comida, podemos encontrar también algunas rarezas culinarias típicas de Japón. Fue un restaurante normal de esta zona donde vimos en directo la práctica del ikizukuri, la preparación de sashimi de un animal vivo. Un japonés que se sentaba a nuestro lado señaló la pecera del local y el cocinero seleccionó un pez que cortó en láminas de sashimi y se las añadió al plato acompañado de la espina con la cabeza del pez que acabada de matar y cortar. La cabeza todavía se movía un poco. Nos quedamos petrificados al verlo en vivo.
Otro plato polémico es el fugu, el pez globo que puede ser mortalmente venenoso debido a su tetrodotoxina si no se corta cuidadosamente para extirpar las partes tóxicas y evitar la contaminación de la carne.
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