En esta entrevista Georgina contó su experiencia en Interrail por Europa oriental. Y a continuación puedes consultar la ruta que siguió durante 22 días en tren con un billete Interrail Gobal Pass. 4.000 km a través de Austria, Croacia, Bosnia, Serbia, Hungría, Eslovaquia, República Checa, además de Italia y Alemania. ¡Sigue leyendo y planifica tu ruta!
Día 1: Viena (Austria)
Una capital monumental en la que destacan la Opera de la ciudad o la casa de su compositor más reconocido: Mozart. Su gran variedad de palacios y parques te harán disfrutar de su legado histórico.
Día 2: Zagreb
La capital de Croacia conserva su estilo clásico. Una ruta a pie te permitirá perderte por antiguos palacios, mercados y cafeterías. La parte alta de la ciudad está situada entre dos colinas y conserva la mayoría de edificios históricos.
Día 3: Split (Croacia)
La costa es el mayor atractivo de Split. Rodeada de pequeñas islas accesibles, se conserva la antigua ciudad amurallada de Spalatode, de herencia romana. La Catedral de San Duje también es un must visit.
Día 4: Mostar (Bosnia)
Conocida por un puente, el Stari Most sobre el río Neretva. Fue construido durante el siglo XVI bajo inflencia otomana y reconstruido tras la guerra de los Balcanes. Su arco es un emblema de la ciudad.
Día 5: Sarajevo (Bosnia)
Una ciudad entre dos culturas: su zona oriental conserva el legado el imperdio bizantino, mientras que la parte occidental es de clara influencia romana y austrohúngara. Sarajevo todavía tiene visibles las marcas del conflicto en los Balcanes de los años 90.
Día 6: Belgrado (Serbia)
La capital Serbia tiene fama de ser uno de los lugares más económicos de Europa. Lonely Planet destaca sus hedonistas clubes nocturnos flotantes, tan de moda como Berlín o Ibiza; y las atracciones al aire libre del país, como las excelentes pistas de esquí de Kopaonik, los spas de Vrnjačka Banja o los descensos de rafting por el río Drina.
Día 7 y 8: Budapest (Hungría)
Una de las urbes más importantes en la historia de Europa y una de las más bellas. Su punto diferencial son lo más de 80 manatiles geotérmicos. Por eso, también es conocida como la ciudad de los balnearios. Algunos tan espectaculares como el de la foto: el balneario Gellert.
Día 9, 10: Visegrad y vuelta a Budapest
Muy cerca de Budapest, podemos visitar esta Visegrad. Está situada a orillas del Danubio y es conocida por el recodo que hace el río en este tramo.
Día 11: Brastilava (Eslovaquia)
Entre Viena y Budapest, Brastilava es otra ciudad monumental con un centro histórico lleno de palacetes, iglesias y dividida por el rio Danubio.
Día 12: Brno (República Checa)
La ciudad universitaria de Brno destaca por su variada oferta cultural. También son destacables las alta paredes de estilo gótico de la iglesia de Santiago.
Día 13: Trebic (República Checa)
Declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, destaca por su su barrio judío, con dos sinagogas y las típicas callejuelas estrechas. Si eres de los que te gusta visitar cementerios, el de este barrio también forma conjunto del Patrimonio.
Día 14, 15 y 16: Praga (República Checa)
Uno de los destinos en auge en Europa desde hace unos años. La plaza de la Ciudad Vieja de Praga es uno de esos lugares donde sentarse para ver pasar la tarde sin aburrirse.
Día 17: Salsburgo (Austria)
Salsburgo es sinónimo de música y cultura. Al año se celebran más de 4.000 eventos: obras de teatro, conciertos en la Fortaleza, o recitales de literatura. La ciudad rinde culto entero a Mozart. Aquí podrás visitar la casa natal de este compositor.
Día 18 y 19: Venecia (Italia)
Venecia se hunde cada día un poquito más entre sus pantanosos fundamentos. Por eso, es mejor que la visites cuanto antes: sus canales, la plaza de San Marcos, el palacio Ducal.
Día 20: Verona (Italia)
A 120 kilómetros al oeste de de Venecio, Verona cuenta con uno de los amfiteatros más grande y mejor conservado de la época romana. Aunque mucha gente acude para declarar su amor en la entrada de la casa de Julieta.
La imponente Schlossplatz de Stuttgart es uno de esos lugares de estilo versallesco en los que es mejor sentarse y relajarse que verla rápidamente. En invierno, un mercado navideño ocupa una parte de la plaza.