Si estás pensando en hacer los últimos 100 kilómetros del Camino de Santiago para conseguir la Compostela, tu primera etapa será de Sarria a Portomarín.
Sarria es un pueblo situado a 116 kilómetros de Santiago de Compostela, lo que lo convierte en el tramo de inicio más concurrido y habitual del Camino Francés.
Sarria: punto de inicio de nuestra ruta por el Camino de Santiago

Allí llegamos a las seis de la tarde el día anterior al inicio de nuestra ruta por el Camino de Santiago. Ese mismo día habíamos volado por la mañana temprano desde Barcelona a Santiago. Tras dar una vuelta por la ciudad, a las 15:00h cogimos el autobús que nos dejó en Sarria.
Al día siguiente comenzábamos nuestro reto: andar los últimos 116 kilómetros en cinco días y 5 etapas.
Esa primera noche dormimos en una habitación compartida en el albergue público de Sarria por 6€ la noche. Está situado en la parte alta del pueblo, en una zona llena de albergues y peregrinos. Dimos una vuelta por allí y aprovechamos para comprar algunos snacks y una botella de agua para el camino.
También nos acercamos a una iglesia para que nos marcaran nuestro primer sello en la Credencial del Peregrino y así demostrar que habíamos estado en Sarria. Si haces los últimos 100 kilómetros deberás saber que necesitas dos sellos por día. Los sellos los conseguirás en los albergues, iglesias y algunos establecimientos que lo indican.
En el albergue público de Sarria, que quizás necesitaría una mejora, también nos sellaron. Al final, resultó ser el único albergue público en el que nos alojamos a lo largo del Camino.
En noches posteriores, siempre acabamos en albergues privados que, por lo que vimos, contaban con mejores instalaciones y el precio apenas subía 4€ más (10€ por noche en habitación compartida).
En este albergue de Sarria no nos dieron manta. Por suerte, había aprovechado el paso por Santiago para comprar en el Decathlon un saco ultraligero de 15º de temperatura y que me sirvió para abrigarme esa noche y las demás. Para hacer el camino os recomiendo ir lo más ligeros posible. Nosotras de decidimos hacerlo con nuestra mochila y nos costó bastante.
Correos y otras empresas privadas ofrecen servicio de transporte de mochila. La mayoría de gente creo que lo usaba.

Gastos del día:
- Bus aeropuerto – Santiago de Compostela: 3€
- Menú en Santiago de Compostela: 9,50€
- Bus de Santiago de Compostela a Sarria: 12,50€
- Cena en Sarria: 7€
- Albergue público Sarria: 6€ por persona
- Snacks y bebidas: 4€
- Saco ultraligero: 40€
De Sarria a Portomarín: el tramo más rural de los últimos 100 kilómetros del Camino de Santiago
- Kilómetros: 22,4
- Dificultad: media-alta
- Hora de inicio: 7:00h
- Hora de llegada: 15:48h
- Información del tramo

El primer tramo de los últimos 100 kilómetros del Camino de Santiago fue el que más me gustó. Cruzamos aldeas de los Concellos de Sarria, Paradela y Portomarín y también se vimos buenos ejemplos del románico, corredores rurales, puentes medievales y muchos hórreos.
Además, si es tu primer tramo, por lo general todavía vas con energía como para distraerte mirando el paisaje y se disfruta.
Para recorrer las etapas os recomiendo levantaros pronto para poder llegar sobre el mediodía a vuestro destino. De este modo, podréis almorzar tranquilamente y descansar lo que quede de tarde. Si vais en verano, madrugar es necesario para conseguir plaza en los albergues. En nuestro caso, hicimos el Camino en octubre y estaban medio vacíos, así que siempre encontramos cama a la primera.
De Sarria a Bardabelo (4,4 kilómetros)

Tras desayunar en un bar (siempre mantuvimos este ritual de empezar el día comiendo bien) empezamos a andar sobre las 7 de la mañana bajo una fina lluvia. Tras pasar frente al Convento de la Magdalena, tomamos una pista forestal con una fuerte bajada que cruza algunos prados y va contigua a la vía del tren.
El camino se volvió en una subida fuerte hasta llegar a Bardabelo. Esta subida nos costó un poco, pero nos sirvió para entrar rápidamente en calor.
A la altura de Bardabelo dejó de llover y poco a poco se fue abriendo el sol.
De Bardabelo a Ferreiros (9,1 kilómetros)
El Camino se adentró todavía más en la Galicia rural.
A veces era difícil saber a qué aldea llegábamos, puesto que muchas apenas son cuatro casas desperdigadas y no hay un letrero con el nombre que las identifique. Aún y así, el paisaje seguía siendo hermoso.

En Mercado da Serra dejamos atrás a Pelegrín, la popular mascota del Xacobeo 92.
De camino vimos granjas aisladas con vacas, hórreos. También aldeas pequeñas como Lavandeira, Casais, A Brea y Morgade y muchos campos de cultivos con calabazas.

Otra curiosidad del Camino que os encontraréis a menudo son casas que ofrecen pasteles, frutas o tentempiés variados a cambio de la voluntad. También lavabo.
La primera vez que las vimos nos extrañó, pero son habituales y os recomiendo parar porque siempre os acogerán muy bien.

Volviendo al Camino, el paso por Ferrerios me encantó. A la izquierda de la carretera que lo cruza encontraréis un pequeño cementerio muy antiguo en el que merece la pena que os paréis brevemente.


La vista me hizo pensar en una famosa fotografía de Cristina García Rodero.
De Ferreiros a Portomarín (8,7 kilómetros)

El último tramo de esta etapa se hace totalmente en bajada. Aunque parezca que bajar es más fácil, no lo es para todo el mundo puesto que se te cargan mucho más las rodillas. La verdad es que a estas alturas ya tenía ganas de llegar y de dejar la mochila, así que ya no íbamos tan distraídas con el paisaje y nos centramos en acabar el Camino.
Finalmente llegamos a Portomarín, un pueblo con una entrada espectacular sobre el río Miño y una escalera que sube hasta el centro del mismo.


El Portomarín original se tuvo que trasladar al vecino Monte Cristo para construir el embalse de Belesar. Si tenéis ganas, os recomiendo visitar la zona del río en la que todavía se pueden ver restos del antiguo pueblo y cruzar el puente por el antiguo puente bajo el nuevo.


Nos alojamos en el primer albergue en el que encontramos cama, nos duchamos, fuimos a comer y nos dedicamos buena parte de la tarde a descansar. Tras cada etapa acabas muy cansado, pero merece la pena madrugar para tener toda la tarde libre.
Una de las cosas que más me gustó del Camino fue pasear por los pueblos al atardecer para tomar algo en algún bar antes de ir a dormir y disfrutar de la tranquilidad tras un día duro de esfuerzo.
Por cierto, a las 20:00h siempre encontraréis una iglesia abierta para celebrar la Misa del Peregrino. Se trata de uno de los rituales del Camino de Santiago.

Nosotras no somas practicantes ni hicimos el Camino por motivos religiosos, pero aún y así nos acercamos a la Iglesia de Portomarín para asistir a nuestra primera misa y conseguir el sello para la Credencial.
Una etapa muy completa.
Gastos del día:
- Cama en habitación compartida en Portomarín: 10€
- Menú del Peregrino: 10€
- Cena y snacks: 9€
Más posts sobre el Camino de Santiago
- Guía para recorrer los últimos 100 kilómetros del Camino de Santiago
- Etapa 2 – De Portomarín a Palas de rei
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- Etapa 4 – De Arzúa a O Pedrouzo
- Etapa 5 – De O Pedrouzo a Santiago de Compostela
2 comentarios
Me ha gustado mucho leer este relato porque he recordado nuestro Camino francés. Acabo de mirar mi libreta viajera y esta etapa fue la 25 desde Roncesvalles, un 27 de mayo de 2011.Fue una etapa agradable, robles enormes, castaños centenarios, prados … Luego, este nublado gallego tan cotidiano que hace que el verde muestre todo su esplendor en todas sus gamas. Entre Brea y Ferreiros se encuentra el kilómetro 100, un sencillo mojón lleno de pintadas de gamberros. BUEN CAMINO, Elena.
Gracias por el comentario Elvira! Esta etapa por Galicia es muy bonita. Gran esfuerzo que hiciste hacer todo el camino, alguín día lo haremos nosotros