El trekking de Kalaw al lago Inle es la excursión más popular entre viajeros por Myanmar. Se trata de una experiencia que te permite visitar paisajes típicos formados por campos de arroz y otros cultivos y hacer una breve estancia de una noche o dos en poblados tradicionales de la zona.
En nuestro viaje por Myanmar y Tailandia en 2017 queríamos vivir esta experiencia en el país birmano porque pensábamos que sería bastante más auténtico que los trekkings de este tipo que también se ofrecen al norte de Tailandia y que están mucho más explotados.
Nos acabamos decidiendo por el trekking de Kalaw antes que el de Hsipaw, una experiencia similar que se ofrece al norte de Mandalay, porque este último, menos masificado, requiere casi un día de viaje en tren para llegar y otro para volver. No nos daba tiempo.
Trekking de Kalaw: una experiencia recomendable
La excursión de Kalaw a Inle fue realmente buena. Vimos paisajes espectaculares y la tarde-noche que pasamos en Pe Tu Pork fue realmente agradable y nos permitió constatar como vivía la tribu Pa Oh (otra cosa es conectar realmente con ellos).
El camino fue largo y en verano estaba bastante enfangado debido a que es época de lluvias monzónicas, pero os lo recomendamos. A continuación te contamos cómo fue nuestro trekking y te damos algunas recomendaciones y consejos para hacerlo:
Consejos para contratar el trekking
Kalaw es el epicentro ideal para contratar esta excursión. Hay bastante agencias que ofrecen este servicio. Se trata de un pueblo pequeño con un mercado y unos pocos restaurantes. Me recordó un poco a Sapa, el pequeño pueblo del norte de Vietnam desde donde también salen muchos trekkings. Sapa está lleno de agencias y de tiendas de souvenirs locales. Supongo que a la larga Kalaw acabará siendo un reclamo tan popular com el pueblo vietnamita.
La opción más habitual es ir de Kalaw a Inle porque el camino de llegada a Inle es cuesta abajo y hacer el trayecto a la inversa supondría superar un desnivel demasiado duro durante todo el camino.
Una de las agencias más conocidas en Kalaw es Sam’s Family. Tiene muy buena reputación entre viajeros. En el alojamiento también nos recomendaron Elpis Cafe’ & Trekking Service.
Durante el desayuno en el hotel nos encontramos con una pareja de barceloneses que nos hablaron de la agencia Eagle Trekking. Se la habían recomendado unos amigos y ya habían contactado con su director y nos invitaron a acompañarles.
Habíamos llegado de madrugada y apenas habíamos dormido, así que nos pareció muy buena idea ir con ellos para evitar perder la mañana buscando en agencias.
También nos compartieron la recomendación hacer excursión corta por los alrededores y elegir el trekking hasta Inle de sólo de una noche. Según conocidos suyos dos días y una noche eran más que suficientes y lo cierto es que fue muy buen consejo que os compartimos.
Eagle Trekking está dirigida por Alex, un simpático y eficiente hombre de eterna sonrisa, que se esmera por cuidar a sus clientes. La excursión corta nos gustó mucho, así que no dudamos en hacer con él el trekking hasta Inle.
Una o dos noches en Kalaw
La principal duda a la hora de elegir el trekking. Durante las jornadas de caminata se llega a andar unas 7-8h al día. El camino no es difícil, pero como fuimos en estación monzónica estaba embarrado y en algunas zonas el acceso se hacía difícil y resbaladizo.
Otro punto a considerar a la hora de elegir el trekking es el equipaje. Dejamos nuestra mochila grande que la agencia trasladó en moto hasta Inle y nos hicimos una pequeña mochila que en mi caso también llevaba la cámara y algún objetivo y eso hizo que pesara demasiado.
Con cargarla 2 días tuve más que suficiente. Llegamos bastante cansados a la aldea donde pasamos la noche.
Si no dispones de más días con una noche es más que suficiente para ver el paisaje. La parte más bonita de la ruta se hace durante el primer día. En el segundo día el paisaje ya no es tan rural y es más típico hasta llegar a Inle.
Precio del trekking de Kalaw
El precio del trekking de 2 días y una noche fue de 40$ por persona (se puede pagar en kyats o dólares). Incluía:
- La comida y la cena del primer día
- El desayuno y la comida del segundo
- Una noche en la cabaña de la aldea
- El transporte de la mochila grande en moto hasta Inle
- Paseo en bote por el lago
- Bebidas no incluidas
Preparación: qué llevar
Es importante ir lo más ligero posible, pero también llevar un mínimo de ropa para pasar los dos días de trekking:
- Botas de montaña (imprescindible)
- Crema de sol (y aún y así nos quemamos el cuello)
- Una toalla para “ducharse” al final del día
- Repelente de mosquitos
- Una linterna pequeña
- El agua que beberás durante la excursión (aunque también puedes comprar en los sitios donde comas)
- Una muda de ropa para el segundo día
- Una sábana saco para dormir (nunca viene mal)
- Una chaqueta o jersey
- Un chubasquero
El trekking de Kalaw al lago Inle
Primer día: de Lamine a Pe Tu Pork
Alex vino a recogernos puntual a las 08:00 de la mañana acompañado de los que serían los guías de nuestro trekking: Axel, un chico dicharachero que hablaba bastante bien inglés, y su novia Snow, la cocinera de la excursión.
Tras 30 minutos en furgoneta llegamos a Lamine, el pueblo de inicio de nuestra ruta. Allí nos dieron a cada uno un palo de madera para poder hacer el trekking con un poco más de comodidad (fue útil para encontrar apoyo en el barro).
A unos pocos minutos de empezar la ruta ya pudimos ver el típico paisaje asiático formado por campos de arroz de un color verde intenso (según la época lo encontraréis ya amarillento).
Seguimos andando y cada vez el camino se hacía más espectacular. Además de campos de arroz pudimos ver cultivos de calabaza, lechuga, pimientos…
Era habitual ver a hombres y mujeres trabajando en el campo y casi siempre estaban acompañados por grande búfalos de agua que utilizan para arar los campos o para transportar en carros la cosecha recogida.
Como es habitual en Myanmar en esta zona también se viste el Longgyi, una falda larga de colores que llevan tanto hombres como mujeres. Tras una hora larga de caminata (porque nos íbamos parando en todos los sitios para hacer fotos) llegamos Paw Ke Village. Allí nos recibieron con un té verde caliente y con unos snacks típicos del país.
Una anciana de unos 80 años tejió frente a nosotros bolsos y bufandas típicas de la región y le compramos un bolso que nos fue muy bien para llevar el agua y para tener la crema solar más a mano. A veces este tipo de encuentros resultan algo tensos cuando no quieres comprar nada, pero nos pareció que era una buena forma de ayudar a la economía local y la señora lo agradeció.
Tras otra hora y media larga de caminata por paisajes agrícolas increíbles llegamos al poblado de Khone Hla y allí nos tenían preparado un almuerzo bastante contundente.
Comimos en un pequeño cubierto a parte, sin llegar a tener apenas contacto local. Había algún que otro grupo de turistas como nosotros, pero en general el camino nos pareció poco masificado.
Tuvimos unos 30 minutos para descansar y ese reposo nos fue muy bien para encarar el último tramo. Seguimos caminado otras 2 horas, casi todo el rato cuesta abajo. El paisaje seguí siendo espectacular y pasamos por un par de lugares realmente bonitos tal y como puede verse en las fotos.
El último tramo estaba muy embarrado y tuvimos que ir parando constantemente para pasar con cuidado y evitar caídas.
Ya cerca del pueblo de Pe Tu Pork pudimos ver uno de esos contrastes que tanto me gustan. Mientras que íbamos avanzando poco a poco, los agricultores del pueblo lo hacían a paso veloz, llevando grandes fardos sobre la cabeza, y apenas calzados con una chancletas.
Noche en Pe Tu pork
Pe Tu Pork es un pueblo pequeñito de agricultores. Fuimos a nuestra cabaña de madera y dejamos nuestras cosas en la planta de arriba de la casa mientras abajo Snow empezaba a cocinar la cena y los propietarios de la casa avivaban un gran fuego que nos dejó ahumados, pero que sirvió para calentarla.
La ducha fue corta. Estaba habilitada a las afueras de la casa y consistía en un cubo de agua fría del pozo. Nada más.
Tras la ducha nos acompañaron hasta una montañita situada cerca del pueblo a la que subimos bastante rápido (y en chancletas) para ver el atardecer desde allí acompañados de los demás turistas que habían llegado al pueblo.
No seríamos más de unas 20 personas y muchos llegaron a la cima con una cerveza en la mano para hacer más épico el momento. Las vistas nos dejaron boquiabiertos. Debajo se extendían la mayoría de cultivos del poblado y al fondo unas grande montañas. Si aquello no era Shangri-La poco le faltaba. [Ver vídeo]
Antes de que anocheciera bajamos de nuevo al pueblo y nos sentamos a descansar un rato a la entrada. Al poco empezaron a pasar delante nuestro los hombres, mujeres, niños y búfalos de agua en su camino de regreso a casa tras una larga jornada en el campo.
Nos saludaban contentos y ese momento nos pareció lo más auténtico de todo el trekking. Eso era lo que buscábamos. [Puedes ver el vídeo aquí].
Si hay que poner un “pero” a la excursión es que realmente tuvimos poco trato directo con los habitantes de Pe Tu Pork. Al dueño de la cabaña apenas lo vimos y la cena nos la preparó Snow, nuestra cocinera. En el pueblo apenas hablan inglés y, de momento, el trabajo en el campo sigue siendo la actividad principal de la tribu. No están demasiado atentos a los turistas aunque siempre puedes encontrar a alguien con quién hablar. Quizás sea mejor así que un “teatro” forzado.
Por cierto: qué cena. Sopa, verduras de todo tipo, carne. Todo estaba realmente delicioso y fue nuestra mejor comida de todo el viaje por Myanmar.
Tras cenar y ver unas luciérnagas revolotear en el exterior nos fuimos a dormir a la planta de arriba. No había cama, lo hicimos sobre el suelo y sobre un par de mantas a modo de colchón.
No fue lo más cómodo y tuvimos que recurrir a la chaqueta para abrigarnos, pero tampoco puedes pedir mucho más en un trekking de este tipo en el que se supone que que sumerges en una experiencia local.
Segundo día de trekking: de Hti Thain al lago Inle
A primera hora de la mañana desayunamos la excelente comida que nos preparó Snow y seguimos nuestro camino hacia el lago Inle. Pasamos por el monasterio budista de Hti Thain y caminamos una hora más en la que cruzamos los pueblos de Kyut Su y Nan Yok donde nos explicaron curiosidades sobre las plantas que crecen en la zona.
Tras dos horas más de camino llegamos a la gasolinera de Jetty. Este último tramo deja atrás el paisaje agrícola para pasar a un paisaje más típico formado por grandes caminos de tierra. No es tan espectacular como el de la primera jornada.
En la gasolinera tomamos un té y seguimos hasta llegar a la reserva de Inle, donde pagamos 12.000 kyats por el ingreso (no incluido en el coste del trekking) y seguimos caminando hasta un restaurante ya muy cerca del lago donde nos dieron el almuerzo.
Estábamos agotados. Nos encontramos con una chica de Barcelona que nos enseñó las grandes ampollas que se había hecho en el pie durante un trekking de 3 días que no había podido acabar. Allí nos despedimos de Axel y de Snow, nuestros atentos guías veinteañeros, y subimos en un bote que cruzó el lago hasta Nyaung Shwe, la principal ciudad de la zona y el lugar donde teníamos que buscar un hotel.
Durante el trayecto en bote nos preguntaron si queríamos ver a las mujeres jirafa (estaba incluido en el precio) pero nos negamos todos.
Ver el largo cuello deformado por el uso de grandes collares de estas mujeres es uno de los atractivos turísticos de Myanmar y del norte de Tailandia.
Muchas de estas mujeres son obligadas a llevarlos para seguir atrayendo a más turistas e, incluso, se las llevan a Tailandia para obtener más beneficios económicos (hay más turistas allí). Por este motivo recomendamos no colaborar con este tipo de actividades.
Finalmente llegamos a Nyaung Shwe y nos despedimos de nuestros amigos de Barcelona que nos acompañaron durante 3 días (hicimos con ellos el trekking corto y el trekking de 2 días). Buscamos un hotel donde darnos una ducha y lavar nuestras botas que acabaron así tras dos días de barro.
Fue una excursión agotadora, pero también uno de los hightlights del viaje que nunca olvidaremos y que volveríamos a hacer.
2 comentarios
Buenas !!
Cuando te refieres al treking corto…a qué te refieres exactamente ?. Yo quiero ir a Kalaw un par de días pero no iré hasta el lago Ingle. Simplemente hacer una buena caminata y regresar al hotel de Kalaw los dos días. Lo veis factible ???
Hola Siscu! El primer día que llegamos a Kalaw hicimos un trekking corto de media mañana por los campos de té que hay alrededor del pueblo. Te llevan unos trozos en coche, otros andando y ves un par de poblados y un mirador. Creo que para lo que buscas es ideal. Una vez llegues por allí pregunta en alguna agencia 🙂