No es tan conocida entre los turistas como Dubrovnik o Split. Pero visitar Zagreb supone una oportunidad para conocer más tranquilamente el estilo de vida local croata. Sin tours temáticos, ni turismo de sol y playa. La capital del país tiene cerca de 800.000 habitantes y está dividida en dos zonas: la ciudad alta y la ciudad baja.
Ambas se recorren a pie sin necesidad de ir en transporte público o de hacer largas caminatas. Entre el centro de la ciudad y la estación de tren apenas hay media hora andando, algo que agradeces cuando llegas sin haber podido dormir en el tren nocturno que para a las 6:00 de la mañana.
Qué visitar en Zagreb: Iglesias de San Marcos (y otras más)
Algo que me sorprendió de Zagreb respecto las dos anteriores paradas de Interrail es que noté mayor influencia religiosa en el día a día. Como sucede cuando visitas la mayoría de ciudades de tamaño pequeño europeas (ya no digamos pueblos), visitar Zagreb supone ver muchas iglesias. De las ex-repúblicas que formaban la antigua Yoguslavia, Croacia era la de mayoría católica y la ciudad tiene varias iglesias destacadas.
La más conocida es la San Marcos, reconocible por el tejado vidriado de colores y el escudo de armas del antiguo reino de Croacia y el de armas de la ciudad a lado y lado. Está en la Ciudad alta y muy cerca del también recomendable mirador de esta parte de la ciudad (que coincide con la última parada del funicular). También entramos en la Catedral Zagreb (en la parte baja) y nos encontramos con una misa católica para asiáticos.
Otro punto interesante para visitar es la Puerta de Piedra, el antiguo acceso para entrar a la parte amurallada. Hoy en día, muchos croatas acuden con velas para venerar la única imagen de la Virgen María con el Niño Jesús que se salvó de un gran incendio que quemó la ciudad en 1731. En las paredes hay muchas placas de agradecimiento a la ayuda divina en temas de salud, dinero, etc.
Plaza Ban Jelačić y avenida Ilica (eje comercial)
Pero no os engañéis. Si hay algo que también gusta a los habitantes de Zagreb es comprar. La calle Ilica es el principal eje comercial y allí encontraréis todo tipo de tiendas. Un tranvía recorre la calle y pasa por delante de la Plaza Ban Jelačić (en croata Trg bana Josipa Jelačića), el corazón de Zagreb y el punto de acceso tanto al mercado como a dos calles muy importantes de la ciudad: Radiceva e Ivana Tkalčića
Radiceva e Ivana Tkalčića: las calles más animadas de Zagreb
Si buscas bares, cafeterías, cervecerías o un buen lugar donde tomar unas copas no puedes perderte estas dos calles. Están llenas de locales abarrotados desde primera hora de la mañana de gente local que acude para tomar algo y para pasar un largo rato mirando a la gente pasear arriba y abajo de la calle, especialmente en Ivana Tkalčića. Llegamos un lunes por la tarde y nos encontramos terrazas llenas desde las 17h hasta entrada la medianoche. Puedes tomar una cerveza de medio litro por unos 3€.
Mercado de Dolac
Los mercados siempre son puntos interesantes para visitar, así que nos acercamos a la plaza del mercado al aire libre de Dolac. Los productos son bastante mediterráneos aunque también encuentras algún que otro producto local nuevo por probar.
Gastronomía croata
Como ni en Dubrovnik ni en Split habíamos encontrado un restaurante de cocina croata ( y a precios accesibles) decidimos probar suerte en Zagreb y dimos en el clavo. Si vas a Zagreb, no puedes perderte el menú del mediodía (6€) del restaurante Vallis Aurea, en la calle de la estación del funicular paralela a Ilica. Buena cocina croata a precio accesible. También tiene una carta para elegir. Mi plato fueron unos pimientos rellenos de carne picada deliciosos. También hay restaurantes de comida tradicional en Ivana Tkalcica.