La Costa Brava es uno de los paisajes más admirados del Mediterráneo. De Tossa de Mar al Cap de Creus, sus pueblos blancos, calas y caminos de ronda son una de las mejores opciones para disfrutar de esta zona. Además de la costa, el interior también ofrece lugares interesantes como Peratallada, Pals o Monells, pueblos que conservan su arquitectura medieval y que son un complemento perfecto para una visita en coche.
En Mochileros de viaje te proponemos siete pueblos bonitos para descubrir la Costa Brava. Puedes hacerlo con algunos de los autobuses que recorren que conectan esta zona con Barcelona o Girona o bien encontrar alguna alternativa en coche o sobre dos ruedas que puedes encontrar en tiendas de moto para ir a tu aire y no perderte nada.
Peratallada, un pueblo medieval con la roca como protagonista
En el interior, Peratallada es uno de los pueblos más destacados de la Costa Brava. Se trata de una villa que conserva un núcleo medieval donde la roca que da nombre al pueblo es la gran protagonista. De hecho, se cree que el nombre de Peratallada proviene del foso cavado en la roca que circunda la población y que en algunos puntos es visible como en calle de la Roca.
Además de las calles empedradas, la población también destaca por su castillo-palacio formado por diferentes edificios que ocupan una gran extensión, la Torre del homenaje con el muro original y las almenas, y las murallas exteriores y el Portal de la Virgen donde no verás la figura de la santa.
Para disfrutar de este pueblo lo mejor es que pasees con tranquilidad y que si te animes disfrutes de la gastronomía ampurdanesa en los restaurantes de cocina de proximidad o en alguno de los bares de la Plaza de les Voltes, donde años atrás se instalaba el mercado.
Cadaqués, ahora y siempre
Cadaqués no puede faltar en este listado de pueblos bonitos de la Costa Brava porque es uno de los más visitados y no decepciona. Su acceso por una serpenteada carretera rodeada de naturaleza deja paso a una pequeña cala donde las casas bajas y clásicas dominan suavemente el paisaje. Ése es su encanto.
En la zona más alta y antigua de este popular pueblo puedes visitar la Iglesia de Sta. María de Cadaqués, un edificio del siglo XIX que supone un excelente mirador natural sobre el pueblo y Cala Nans que bien merece el paseo. En el interior encontrarás un bonito retablo y un cuadro de Dalí muy reconocible en el que aparece dibujaba la propia iglesia.
Dalí es el gran referente de Cadaqués y puedes encontrar su figura en diferentes puntos del pueblo, ya sea para anunciar el Museo de Cadaqués, que exhibe una muestra de artistas que han tenido o tienen relación con Cadaqués y que programa alguna exposición temporal dedicada a Dalí. Otro punto muy relevante que puedes visitar siguiendo la pista de Dalí es la popular estatua en su honor que entrarás en el paseo frente a la Platja Gran y junto al Marítim Bar.
Para disfrutar de Cadaqués lo mejor es pasear por el Paseo Marítimo y dejarse llevar por el ritmo tranquilo del pueblo en alguna de las playas y calas como Platja Es Llaner Gran o Playa Es Sortell.
Pals: encanto medieval en la Costa Brava
Muy cerca de Peratallada puedes visitar Pals, otra localidad con un núcleo medieval muy destacado. Tanto es así que en ocasiones puede parecer demasiado preparado. De lo que no hay dudas es que es un pueblo que se disfruta con calma. Uno de los mejores consejos es visitarlo en verano al atardecer, cuando sus calles se vacían un poco de turistas.
Su calle mayor y la plaza principal son dos de los lugares más recomendados, aunque también te propongo acercarte hasta la Torre de las Horas, una torreta de unos 15 metros de altura de planta circular fue edificada entre los siglos XI y XIII. Cerca de allí, el Paseo Arqueológico propone un mirador donde podrás ver el exterior de la muralla y también unas excelentes vistas de los alrededores del pueblo.
¡Uno de los puntos definitivos para ver el atardecer!
Monells, plató de cine para “8 apellidos catalanes”
En la proximidades de Pals y Peratallada descubrirás otro núcleo medieval más pequeño que también merece la pena ser incluido entre los pueblos bonitos de la Costa Brava. Monells es una aldea bastante pequeña que pasó a ser muy popular porque fue uno de los escenarios escogidos para rodar la película 8 apellidos catalanes. En concreto, la plaza central Jaume I aparece en la película como el pueblo donde vive el personaje independentista de Rosa María Sardà.
Además de la plaza en sí, uno de los edificios más destacados es el Palauet de Monells, una casa señorial de principios del siglo XVII reconvertido en hotel y que cuenta como elemento arquitectónico más interesante con una volta catalana en el vestíbulo.
En la reducida Plaza del Aceite puedes ver más arcos bajo la casas. Por cierto, si estás en Monells no dudes en acercarte hasta las aldeas colindantes de Cruillas y Sant Sadurní si deseas observar más pequeños municipios con un centro medieval.
Las mejores calas de la Costa Brava en Begur
Begur en sí mismo no es un pueblo típico. Se encuentra parcialmente dispersos por varias zonas del litoral. Sin embargo, lo he incluido en este listados de pueblos bonitos de la Costa Brava gracias las espectaculares calas y playas que puedes encontrar en su término municipal.
Una de ella es la que une la zona de Platja Fonda, una cala natural no acondicionada con urbanizaciones alrededor de Aiguablava, una de las playas más espectaculares de la Costa Brava. El color azul de ésta última playa atrae a cada año a centenares de personas que intentan acceder a uno de los paisajes más espectaculares de la zona, pero también más pequeños y restringidos. En coche suele ser bastante complicado aparcar, así que quizás puedes animarte con algunas motos de segunda mano.
Si quieres descubrirla te aconsejo que aparques en la zona de Platja Fonda y que recorras a pie el camino de ronda que une las dos localidades. Los pinos junto al mar, las rocas y el color del agua aquí hacen de esta zona una de las más acogedoras.
Calella de Palafrugell
Pocos pueblos hay tan marineros en la Costa Brava como Calella de Palafrugell, una de las cunas de las “habaneras”, las canciones que solían cantar los marineros del pueblo inspiradas en la fortuna que muchos vecinos hicieron en Cuba.
En Calella disfrutarás de lo mejor de ese legado marinero e indiano en su pequeño núcleo antiguo donde puedes pasear por calles que todavía conservan ese aire de pueblo como la de les Voltes y la Gravina, o en los bajos portalados de la Playa de Port Bó. Cerca de esta zona se suelen atracar todavía hoy las barcas de colores que usan los pescadores, uno de los elementos más fotografiados del pueblo.
Además de la zona del pueblo, Calella es un excelente destino playero. Cuenta con zonas bastante anchas de playa como la Playa del Canadell y la Punta dels Burricaires, un enclave situado entre la playa de Port Pelegrí y la cala de La Platgeta que además también es un excelente mirador.
Tossa de Mar, un clásico que nunca pasa de moda
Este listado de pueblos bonitos de la Costa brava finaliza con un emblema de la zona: Tossa de Mar. Descubierta por el turismo internacional y las estrellas de cine en los años 50 (Ava Gardner pasó allí una temporada), siempre es un placer volver en cualquier época del año. Cuando no aprieta el calor puedes disfrutar de la subida a la fortaleza-castillo que domina el pueblo y que lo protegían del ataque de los piratas.
En esta zona alta parcialmente amurallada también puedes disfrutar de las calles de la Vila Vella, el núcleo antiguo junto a las murallas. En lo alto del castillo-muralla encontrarás un restaurante bastante concurrido y algunos excelente miradores naturales, como el que por ejemplo hay sobre Cala es Codolar, una playa de arena fina junto a los acantilados.
¡Tossa de Mar es siempre una opción para disfrutar de la Costa Brava!