El Teamlab Borderless Tokio es una de las experiencias que hicimos durante nuestro viaje a Japón y que te recomendamos si buscas una propuesta cultural diferente. Este museo de arte digital, situado en la isla de Odaiba en Tokio, fue inaugurado en 2018, pero en poco tiempo se ha popularizado y se ha convertido en un fenómeno por lo que es muy recomendable comprar la entrada por anticipado.
El concepto de este innovador museo es el de proponer al visitante un juego con la luz en base a imágenes vibrantes que evoquen pensamientos y sensaciones. Mucho de los espacios en los que se proyectan las imágenes no son planos y proponen además una interacción física.
Los tickets son para un día, pero no hay una hora de entrada concreta. Para visitar con tiempo Teamlab Borderless necesitaréis unas 3 horas.
Otros museos ya están apostando por esta forma de atraer al visitante con exposiciones similares. Un ejemplo, es la reciente exposición inmersiva sobre Van Gogh que ha recorrido varios museos de Europa.
Lo primero que debes saber de este museo de arte digital es que no tienes una mapa para seguir una ruta marcada. Deberás descubrir todos sus espacios sala a sala, siendo curioso y cruzando puertas y espacios. De esta forma, cada rincón se convierte en un descubrimiento..
Teamlab cuenta con 500 ordenadores y 470 proyectores, una relevante apuesta tecnológica para crear espacios únicos e impactantes. Son cinco las secciones principales: Borderless World, Athletics Forest, Future Park, Forest of Resonating Lamps y EN Tea House . El acceso se realiza por Boderless World, situado en la planta baja.
Lo que también os sorprenderá al entrar es la oscuridad que hay entre sala y sala, de la que sólo podremos salir explorando ese un entorno.
Para fotografiar las escenas, necesitaréis buenas cámaras: objetivos angulares luminosos y los trípodes (también para móviles) serán vuestros mayores aliados. Si las fotos os salen movidas, no os frustréis y disfrutad de la experiencia.
Recuerdo que cuando entramos fuimos directos al primer espacio: The Forest of Flowers and People, donde las proyecciones nos trasladaron a un mundo de colores vegetal y animal en la sala contigua Animals of Flowers Born.
Aquí fue donde también vimos una de las primeras salas con largas colas. Cómo no sabíamos exactamente que había, estuvimos esperando unos 30 minutos hasta entrar en The Nest. Se trata de un espacio situado en la planta 2 sobre el Forest Flower en el que accedéis a una especie de red colgante bajo una bóveda en la que se proyectan imágenes en 360º. Deberéis estiraros sobre la red colgante en grupo para observarlos. La experiencia fue curiosa, pero la espera nos hizo perder bastante tiempo y decidimos no hacer más colas.
En general, para acceder a los grandes espacios no tendréis que esperar, aunque hay salas muy populares como Forest of Resonating Lamps, una de las más espectaculares y reducidas, que pueden llegar a tener una hora de cola. En función del tiempo que tengáis, podéis concentraros en visitar el resto de experiencias o bien ser pacientes y esperar para acceder a las salas más exclusivas.
En este espacio, las luces LED toman relevancia y nos proponen un laberinto de luces en el que podemos llegar a estar solos por un momento.
Una de las salas más espectaculares y grandes. Cuenta con una elevación central en un entorno en el que vemos como caen las hojas de colores por nuestro alrededor. Los niños se lo pasan en grande aquí.
En la segunda planta, otro gran espacio con una gran zona ondulante en la que moveros. Es una de las áreas en las que se concentran más niños, puesto que se proyectan ballenas en las paredes y también podréis encontrar trampolines de colores.
Al fondo de la sala anterior, podréis entrar en esta gran área dominada por los balones gigantes que cambian continuamente de color y que animan a jugar con ellos. Niños y adultos se vuelven un poco más locos aquí. También hay un par de salas adyacentes con bosques verticales para jugar.
Otra sala curiosa que propone sentirse como una rana en un estanque mientras paseas por un caminito de lirios. Viene a significar la estación media.
Es la sala más ansiada y popular, lo que conlleva largas colas. Cuando fuimos había unos 50 minutos de cola, quizás a vosotros os merece la pena esperar para tener una imagen muy impactante en vuestro Instagram.
Un espacio para la calma en el que podréis llegar a haceros un té con una flor que va a florecer dentro de vuestro propio vaso. Teamlab cuenta con otra pequeña área de descanso cerca de los lavabos en la que encontraréis algunos sofás y máquinas expendedoras para tomar algo.
Debido a la gran popularidad de este museo se recomienda comprar los tickets por avanzado por ejemplo en Get your Guide:
MUY IMPORTANTE: No se permiten la entrada de los siguiente elementos. Si los lleváis, los podéis dejar en las taquillas de la entrada.
Precio de la entrada oficial:
El horario de apertura es el siguiente:
Cerrado en:
TeamLab Borderless está situado en la isla de Odaiba, lo que os puede suponer una pequeña excursión para llegar. Tenedlo en cuenta a la hora de calcular cuánto rato dedicaréis a esta experiencia. Nosotros tardamos casi una hora en llegar desde Ueno.
Desde vuestro alojamiento, tendréis que llegar hasta Yūrakuchō Station y allí coger el tren local de la Yurakucho line hasta la estación de Toyosu. El transbordo veréis que se debe hacer por fuera.
Posteriormente, tendréis que subir al espectacular monorraíl elevado no tripulado de la Línea Yurikamome (no incluído en el Japan Rail Pass. Precio ida: 380 yen) hasta las estación de Aomi. Por cierto, durante este trayecto veréis el Mazinger Z que hay cerca de la parada Odaiba.
Una vez en Aomi, deberéis cruzar el centro comercial de Palette Town a través de la sala de Mega Web, que acoge una exposición de coches, y salir de nuevo al exterior hasta el edificio Mori donde se encuentra señalizado TeamLab.
TeamLab es un espacio en el que los niños pueden disfrutar mucho, especialmente en la sala The Athletics Forest, la más acondicionada para los más pequeños.
Por otra parte, nosotros tras casi tres horas allí nos sentíamos ya un poco mareados por tantas luces y vueltas y nos salimos tras haberlos visto casi todo (excepto las salas con más colas).
Si tienes el tiempo muy ajustado en Tokio, quizás te apetezca más tener otras experiencias tecnológicas entre las tiendas de electrónica o videojuegos de Akihabara. Si vais lo disfrutaréis, aunque no es un sitio que se vea una hora ni que esté muy céntrico.
Planead vuestros días y fijad vuestras prioridades bien. ¡TeamLab Borderless no decepciona!
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