Irlanda es un país pequeño muy fácil de recorrer en coche. Apenas montañoso, puedes desplazarte de una punta a otra de la isla en poco tiempo.
Esta ruta por Irlanda en coche te permitirá visitar los espectaculares paisajes de la Giant’s Causeway en Irlanda del Norte y los acantilados de Moher, los murales de la ciudad de Belfast, el castillo de Cashel y, por supuesto participar de la animada noche dublinesa.
Día 1: Visitar el castillo de Dunluce y Giant’s Causeway
Partiendo desde Dublín, se necesitan cerca de 4 horas para llegar al derruido castillo medieval de Dunluce, a unos minutos de la localidad de Bushmills. Situado en lo alto de acantilado, puedes dar una vuelta por el recinto accediendo a través de unas escalinatas.
La ubicación de esta fortaleza celta la hacía bastante inexpugnable, aunque también contribuyó a su progresivo deterioro. Una parte de la cocina cayó al mar y a partir de ese momento el castillo se fue abandonando.
Cerca de allí, la localidad de Bushmills es popular por albergar la bodega del whisky Bushmills (que puede visitarse) y por ser la puerta de entrada a la Giant’s Causeway, una área conocida por sus rocas de forma hexagonal surgidas a causa del enfriamiento de la lava de una caldera volcánica. Tras una caminata de unos 30 minutos, llegas a la Calzada del gigante.
El nombre de esta rareza geológica procede de una leyenda según la cuál las rocas se formaron cuando un gigante huyó de otro espantado al creer éste último, disfrazado de bebé, podría ser más fuerte y poderoso que él al crecer. En su huida, el gigante pisó esta zona dejando tras de sí esas curiosas formas geométricas marcadas en piedra.
La calzada aparece en la portada del quinto disco de Led Zeppelin “Houses of the holy”.