Tras visitar Yosemite y antes de llegar a Las Vegas teníamos un punto marcado en nuestra hoja de ruta como lugar must visit: el Valle de la muerte.
Aunque parezca que hay poco que ver en de Death Valley, la visita a este árido desierto fue uno de los highlights de nuestro viaje por la costa oeste. Así fue nuestra experiencia:
Cuándo ir al Valle de la Muerte
Como imaginarás en este desierto hace mucha calor, pero también hay una gran oscilación térmica entre la noche y el día. Los meses de diciembre y enero son los más fríos: de día se alcanzan los 19º y de noche la temperatura baja hasta los 3º. Noviembre, marzo y abril son los meses con la temperatura más moderadas (30º max-15º min).
Durante los demás meses la temperatura diurna se enfila desde los 35º hasta los 47º y la temperatura nocturna no baja de los 30º. Hace calor, mucho calor.
Nosotros visitamos el Valle en Agosto, el mes más caluroso junto a Julio. Fue una buena experiencia aunque no podías estar fuera del coche mucho más de 20 minutos, justo el tiempo necesario para ver las zonas más recomendables del parque.
Que no te aterrorice el calor: si te proteges bien y no estás mucho tiempo expuesto en el exterior del coche la visita en los meses más calurosos es factible.
Consejos para preparar la visita al Valle de la muerte: beber agua y repostar
Antes de entrar al Death Valley es imprescindible repostar y comprar agua. El precio de la gasolina dentro del parque es mucho más alto, así que rellenar el depósito en pueblos como Lone Pine o en Dolomite es muy buena idea. También conviene asegurarse de que el depósito de agua del coche esté lleno.
Por otra parte, una vez dentro del parque, los Rangers también aconsejan no ir con el aire acondicionado a tope durante todo el trayecto para no sobre-calentar el motor. No querrás quedarte tirado a 48º en medio de la nada.
Hidratarse constantemente también es esencial para evitar golpes de calor. Esta zona es tan seca que no notas la rápida deshidratación bajo el fuerte sol hasta que tu cuerpo ya comienza a tener los primeros síntomas. Por eso conviene llevar una neverita con hielos donde ir guardando agua. En el Visitor’s Center te aconsejan beber cada 15 minutos.
No hay que olvidar las gafas de sol, una gorra para cubrirse la cabeza y crema solar.
Precio de la entrada
La entrada al parque cuesta 25$ por vehículo e incluye a todas las personas que viajen en él. Si has comprado el Annual Pass, la entrada al Valle de la muerte está incluida. Cuando fuimos en agosto la taquilla de pago estaba bajo el sol sin nadie que la atendiera. Dejaron una canastilla donde podías dejar el dinero.
Conviene acercarse al Easter Sierra Interagency Visitor Centre o a cualquier otro centro de atención al visitante para conseguir un mapa con rutas por el valle.
Alojarse en Death Valley
El Valley cuenta con alojamientos variados: desde resorts de lujo hasta tiendas indias. Nosotros decidimos no acampar ya que nuestro destino era Las Vegas.
En verano quizás no es necesario dormir en el Valle, ya que con unas horas tendrás suficiente para visitarlo en coche (hace demasiado calor como para hacer excursiones).
También hay diversas zonas de acampada en todo el valle. Si vas en caravana puedes considerarlo como opción, pero en tienda de acampada es un suicidio y en muchos cámpines está prohibido.
Qué ver en Death Valley: ruta en coche
Desde Lone Pine seguimos la larga recta de la carretera 136 en dirección a la primera parada: Father Crowley Vista Point. No hay nada alrededor, no hay duda de que estamos ya en el Valle de la muerte. Paramos en el primer mirador y ya notamos el calor, aunque ésta no será la zona más calurosa. Es un punto elevado y para llegar hay que subir en coche una zona montañosa.
Aquí se levanta un memorial en honor al cura católico John J. Crowley, quien prestó servicios en la zona y fue uno de los máximos impulsores de este lugar como destino turístico.
Towne Pass: la mítica vista
Tomamos la carretera 190 y rápidamente descendemos. Nos estamos aproximando a Towne Pass, una larguísima recta que primero baja y luego se enfila bajo un sol de justicia. Si siempre has querido visitar ese sitio típico que sale en todas las fotografías de Death Valley éste es el lugar.
Salimos unos minutos para tomarnos unas fotografías en la mítica recta y constatamos que allí no hay ni gota de agua. El suelo se resquebraja seco bajo nuestros pies.
Por cierto, en este punto los Rangers recomiendan apagar el aire acondicionado. La carretera tiene una prolongada subida que puede sobre-calentar el motor.
Mesquite Flat Sand Dunes
Tras la recta llegamos a este punto donde la arena forma dunas. Hay un pequeño aparcamiento donde puedes dejar el coche y salir para caminar sobre la arena (que está ardiendo). Las dunas se extienden por varias zonas y algunas tienen una altura destacada pero el calor es insoportable. Nos hicimos unas fotos en uno árbol abandonado.
Almuerzo en Furnance Creek
El mejor sitio para parar y tomar un descanso es Forty-Nine Cafe en Furnance Creek Ranch. Esta es una zona con varios restaurantes. Se come bien y el precio no es excesivamente caro. La comida está bastante buena (es típica americana) y no faltan las jarras de agua con hielo.
Cerca de allí, en un oasis, está el Furnance Creek Resort, unas instalaciones de lujo (con piscina) donde alojarte bien fresquito.
Badwater
Tras llenar el estómago nos acercamos hasta el lugar más profundo y caluroso del Valle de la muerte: Badwater. A las 16:00h la temperatura en el exterior alcanza el punto más alto en el termómetro de todo el viaje: 48º. Esta cuenca está situada en el punto más bajo de América del Norte, a 86 metros por debajo del nivel del mar.
Esta charca alimentada por arroyos (aunque parezca mentira en el valle hay agua) se seca en esta zona formando un gran salar en los meses más cálidos. Incluso se pueden ver los típicos hexágonos que forma la sal en el suelo.
Aunque parezca mentira en esta zona tan calurosa se celebra cada año en el mes de julio (1) el ultramaratón de Badwater, uno de las más duras del mundo. Los participantes deben correr 234km, entre los que se incluyen el paso por esta zona más baja y el Monte Whitney, el punto más alto del país (excluyendo Alaska y Hawai).
Aquí nos damos cuenta de los rápidos efectos del calor. Apenas estamos fuera 15 minutos y no sudamos (cuesta respirar: el aire arde y no hay humedad). Al subir al coche y poner el aire acondicionado empezamos a sudar muchísimo.
Zariskie Point y Artists Palette
Volvemos atrás para pasar por Artists Palette, una zona donde se pueden observar los curiosos colores que toman las rocas debido a diversos minerales. A continuación, llegamos hasta una de las zonas más bonitas del parque: Zariskie Point.
Esta lugar singular era una de las rutas de paso por el parque de los buscadores de oro y de todos los emigrantes que decidieron llegar hasta la costa oeste en busca de un lugar mejor donde vivir.
Como decíamos, el mirador es espectacular. Nos encontramos ante una zona agreste en la que hay una pequeña cadena de montañas realmente impresionante que toma un color amarillo y bronce.
Si piensas que el desierto es aburrido deberías visitar este lugar. Hay un pequeño camino que puedes bajar para adentrarte un poco en esta zona. Es una zona muy calurosa pero realmente nos dejó un recuerdo imborrable de Death Valley.
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