Además de poder visitar ruinas medievales y romanas, Croacia es un destino ideal para aquellos que buscan playa. La isla de Brač es una de las más conocidas por lugares tan fotogénicos como la punta de Zlatni Rat. Así que si estás en Split, no puedes dejar pasar la oportunidad de acercarte a esta isla para remojar tus pies.
En ferri desde Split hasta Brač
Si tienes pocos tiempo, puedes visitarla durate unas horas saliendo desde Split en un barco de la compañía Jadrolinija que sale desde el extremo más alejado del puerto. La frecuencia de embarque de la compañía es bastante alta (un barco cada hora), así que no tendrás demasiados problemas de horarios. El precio por persona y viaje es de 66kn (Puedes consultar los horarios aquí).
En apenas una hora llegamos a Supetar, el pueblo más grande de la isla. Nos dimos una vuelta y vimos la iglesia…y poco más. Es un lugar pequeño y relativamente tranquilo si teniendo en cuenta que cada hora desembarca un ferry lleno de turistas y lugareños en el pequeño puerto de la ciudad.
Playas de Supetar
En dirección este desde el puerto y siguiendo el paseo marítimo encuentras varias playas, una detrás de otra. Están cerca de apartamentos turísticos y de varios complejos hoteleros llenos de alemanes en busca del sol croata. También hay restaurantes económicos. Un consejo: algunas playas de Brac son de piedras, así que es muy recomendable llevar sandalias para poder andar cerca de la orilla y meterse al agua sin tener que sufrir rozaduras.
Zlatni Rat
Si tienes varias horas por delante y quieres explorar mejor la isla puedes acercarte hasta Zlatni Rat, una de las playas más famosas de Croacia. Para llegar a este saliente de arena, también llamado “El cuerno de oro” por su forma, hay que tomar un bus que sale desde el puerto de Supetar en dirección Bol, la población más cercana. Desde Bol se puede llegar andando o en un tren turístico que dura apenas unos minutos.
Por desgracia, no tuvimos el tiempo necesario para bajar hasta ésta última playa, así que nos quedamos cerca de Supetar. Esa noche empezaba nuestro primer contacto con el Interrail: el tren nocturno desde Split hasta Zagreb.