Sara, fundadora de Sin Rumbo Fijo, decidió su trabajo como capitán de velero para empezar un viaje desde Panamá hasta la carretera Austral. Su objetivo: llegar a Tierra de fuego. Su sueño: hacer del viaje una forma de vida.
¿Por qué empezaste este viaje por América Latina hace 1 año y 5 meses?
Siempre he querido viajar para conocer culturas, ver la naturaleza de otros continentes o practicar deportes de riesgo en otros lugares, pero cuando me planteé este viaje tuve claro que mi principal objetivo era crecer a nivel personal gracias al aprendizaje que me daría una aventura de este tipo.
Mi filosofía de vida se basa en trabajar para cumplir sueños y con ello hacer que la vida valga más la pena.
Yo trabajaba como capitán en un velero en Tenerife, Islas Canarias. No me faltaba de nada, pero tenía claro que no me importaba salir de mi zona de confort y afrontar ciertos riesgos como dejar mi trabajo y todo lo demás para vivir nuevas experiencias.
Elegí Latinoamérica porque desde muy niña me ha maravillado su naturaleza y sus diferentes culturas tan llenas de vida.
Tu aventura empezó por Panamá y seguiste por Colombia, Ecuador, Perú y Chile y tu objetivo es seguir hasta la Tierra de Fuego. ¿Por qué decidiste seguir la ruta de la carretera Austral?
Elegí esta carretera porque recorre paisajes preciosos hasta llegar a Tierra de Fuego.
El “Fin del mundo” siempre me ha llamado mucho la atención por su excepcional situación geográfica y porque es la tierra comunidad indígena de los Yaganes, una de las más interesantes.
Lamentablemente, la incesante acción del hombre provocó su extinción, algo que me entristece mucho.
¿Qué es lo mejor de viajar sola? ¿Y lo peor?
Lo mejor es que inconscientemente estas más abierta a conocer a más personas y además eres libre a la hora de tomar decisiones: dónde quieres ir, qué ruta seguir, etc. En ese sentido no hay conflictos. Viajar sola te da un mayor aprendizaje ya que sólo dependes de ti.
También tiene sus cosas malas. Puede ser un poco peligroso, pero tan sólo hay que cuidarse y tener sentido común.
Yo viajo sola pero no siempre he estado sola. He conocido mucha gente maravillosa en mi camino por Latinoamérica y eso es lo más hermoso para mí.
¿Qué lugar te sorprendió más de Panamá?
Las islas de San Blas, sin lugar a dudas. Allí estuve conviviendo con la comunidad indígena Guna Yala durante varios días. Fue mi primer contacto con una forma de vida totalmente diferente a la que estamos acostumbrados la mayoría de personas.
En Colombia visitaste la zona de El Cabo de Vela, cerca de la frontera de Venezuela. ¿Por qué recomendarías (o no) esta zona?
Es una zona muy recomendable porque hay unas playas paradisíacas increíbles donde puedes practicar kitesurf y es ideal para relajarse unos días. El Cabo está muy apartado de todo y para llegar hay cruzar un desierto muy difícil de transitar.
Pero cuando llegas te encuentras con un paraíso prácticamente virgen en el que apenas hay nada. Incluso hay falta de agua potable.
Estuve conviviendo durante unos días con la comunidad indígena wayuu. Acampaba en la playa y ellos siempre estaban caminado por allí, sobre todo los niños. Es una comunidad con muchas carencias y apenas les llegan recursos, algo incomprensible a día de hoy.
¿Cómo consigues financiar este viaje?
Empecé el viaje tirando de ahorros, pero posteriormente he tenido que trabajar ocasionalmente. Ahora mismo me encuentro en Chile trabajando para juntar algo de capital y así poder seguir con la ruta deseada.
En Colombia también visitaste la zona de Farallones de Sutatausa. ¿Qué es lo de más te gustó de esta zona?
Los Farallones son unas rocas que tienen unas formas geológicas especiales. Es un lugar muy místico donde practicar la escalada deportiva, uno de mis deportes favoritos.
La recomiendo a todos los amantes de la montaña y de la escalada en todas sus modalidades. El mejor lugar para alojarse es el hostal Quinta de Fagua. Allí se sentirán muy cómodos durante su estancia.
¿Has tenido algún problema de seguridad viajando sola por América Latina?
Me han intentado robar en alguna ocasión, pero siempre estuve muy pendiente de mis cosas así que la cosa no fue a más. También me ha ayudado mi intuición. Espero seguir con la misma suerte.
En otras ocasiones se me han acercado hombres extraños, pero he sabido cómo llevar la situación para ponerlos en su sitio cuando ha sido necesario.
¿Qué consejos darías a las chicas que quieran viajar solas por Sudamérica?
Mi consejo es que sean precavidas y muy observadoras. Nunca beban nada que les ofrezca una persona que apenas conozcan y menos que salgan solas de noche.
Sigan vuestra intuición, normalmente las mujeres la tenemos bastante desarrollada.
Hay algo que no me suele fallar y es mirar a los ojos. Dicen mucho de una persona y hablan por sí solos. Escribí uno versos que decían que “los ojos son el lenguaje mudo que no miente” y creo que es verdad.
¿Por qué recomiendas visitar el volcán Cotopaxi en Ecuador? Se trata de una zona con glaciares y lagunas como Quilotoa muy espectacular.
La zona de Cotopaxi es realmente hermosa y única. El volcán se caracteriza por tener la forma perfecta de un cono, tal y como siempre hemos dibujado las montañas de niños.
Es un volcán muy activo y en ocasiones las autoridades cierran el acceso porque puede existir peligro, pero actualmente está abierto.
¿En qué tipo de alojamiento sueles hospedarte (hostel, couchsourfing, habitaciones compartidas, hotel, etc.)
He utilizado un poco de todo: dormir en carpa en espacios naturales, hostels, couchsourfing, etc.
¿Qué lugares recomendarías de Perú?
De Perú recomendaría la Cordillera blanca, Cusco (por su puesto el Machu Picchu), las Líneas de Nazca, Paracas y la zona de barranco en Lima.
El desierto de Ocucaje no es un lugar muy visitado y lo recomiendo porque es como visitar un auténtico paisaje lunar.
Me quedé con ganas de visitar más en este país tan místico. Aprendí muchas cosas allí y me gustaría volver pronto.
¿Qué zonas de Chile has visitado y cuál recomiendas?
No he tenido todavía demasiado tiempo de visitar Chile. Ahora mismo estoy aquí trabajando y viajar es más complicado.
De momento conozco el Cajón del Maipo, un hermoso lugar situado en la cordillera de los Andes muy próximo a la frontera con Argentina. También he visitado valle el Elqui, un sitio perfecto para acampar, disfrutar de la naturaleza y contemplar las estrellas en la noche. He estado en la capital, Santiago de Chile, y en gran parte del litoral.
Recomendaría todos los lugares que he podido ver hasta el momento y también otros pendientes como Torres del Paine, la isla de Pascua, Chiloé, el desierto de Atacama, toda la carretera austral y por supuesto Tierra de Fuego.
¿Por qué viajar ya es tu forma de vida?
Este viaje está planteado como una forma de vida, nunca como un viaje convencional. Algún día también me gustaría hacer lo mismo viajando por Asia y parte de Oceanía.
¿Puedes contarnos alguna anécdota de viaje?
Al amanecer, tras una noche de acampada en la orilla del lago Quilotoa que está situado dentro de un volcán en la cordillera de los Andes, quise disfrutar un poco del lugar antes de comenzar mi ascenso.
Fui al pueblo y empecé a hablar con un señor que me comentó que una pareja que había acampado en el mismo lugar había muerto. Según me dijo, el volcán estaba desprendiendo gases tóxicos.
Imaginaos mi cara. De haberlo sabido no hubiera acampado ahí, eso seguro.
A posteriori busqué información sobre el caso y en la prensa había otra versión que decía que habían muerto debido al monóxido de carbono que inhalaron procedente de una olla de aluminio con carbón que metieron dentro de la carpa hermética.
Aunque las versiones son contradictorias, el susto me lo llevé.
¿Cómo crees que te ha cambiado este viaje?
He aprendido muchas cosas sobre el mundo, sobre las personas y hasta sobre mí misma. Viajar es un aprendizaje único que le recomiendo a todo el mundo.
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