Los caminos de ronda de la Costa Brava son antiguas vías de vigilancia del contrabando que hoy en día suponen una excelente oportunidad para conocer algunos de los paisajes más bellos de Catalunya. Paseándolos descubres calitas y zonas bonitas menos masificadas que las playas urbanas con las que conectan. En Mochileros de viaje nos hemos dedicado a ir descubriéndolos tramo a tramo, lo que nos ha permitido conocer más a fondo la Costa Brava.
Uno de los caminos de ronda más fáciles y significativos es el camino de ronda de Platja d’Aro a S’Agaró (o en sentido contrario, siempre por la costa). El principal reclamo de este camino de ronda bien asfaltado y ancho es que recorre parte de la urbanización de S’Agaró, una obra novecentista de lujo construida a principios del siglo XX por arquitecto Rafael Masó i Valentí por encargo del industrial Josep Ensesa, quién deseaba crear una ciudad-jardín elegante. En esta caminata corta podrás disfrutar de la playas de Sa Conca en Platja d’Aro y de Sant Pol en Sant Feliu de Guíxols y también de ese espectacular paseo junto el mar entre palacetes y miradores.
Por cierto, en la playa de Sant Pol no te pierdas otro de los rincones más fotografiados: Sa Caleta. Te doy todo los detalles a continuación.
Camino de ronda de Platja d'Aro a S'Agaró
- Camino de ronda de Platja d’Aro a S’Agaró: Información práctica
- Camino del camino por cala Sa Conca en Platja d’Aro
- Cala Vaques y Mirador de los Esculls de la Font
- De cala Pedrosa a la Logglia de Senyora Blanca
- Punta d’En Pau y piscina natural
- Playa de San Pol de S’Agaró
- Sa Caleta, ese rincón instagrameable
- Vuelta a Platja d’Aro
Camino de ronda de Platja d’Aro a S’Agaró: Información práctica
- Distancia: 2,35 km ida y vuelta
- Dificultad técnica: Fácil
- Tiempo de recorrido: 1h y 20 minutos
- Inicio: Playa de Sa Conca en Platja d’Aro o playa de Sant Pol en Sant Feliu de Guíxols
- Ruta: lineal
- Puntos de paso imprescindibles: Playa de Sa Conca, Cala Vaques, Logglia de Senyora Blanca, Caleta del Racó de Llevant, Hotel La Gavina, playa de Sant Pol, Sa Caleta.
- No vayas sin: crema solar, agua, gafas de sol, escarpines.
Este camino de ronda lo puedes empezar por Platja d’Aro en la bonita playa de Sa Conca, otra de las más visitadas de la Costa Brava, o en la playa de Sant Pol, compartida por S’Agaró y Sant Feliu de Guíxols. Elegir uno u otro es bastante igual, ya que para regresar deberás caminar sobre el camino andando.
Lo que más me gustó: El camino de ronda de Platja d’Aro a S’Agaró es uno de los más fotografiados y populares de la Costa Brava. Afortunadamente, esa fama ganada no supone grandes aglomeraciones a la hora de hacer el camino puesto que es una vía bastante ancha en su totalidad, bien asfaltada y con poco desnivel. Fue una de las principales ventajas que detecté cuando lo hice.
Dónde aparcar: Si empiezas en Platja D’Aro te recomiendo que te dirijas a la zona del puerto deportivo Port D’Aro donde quizás será más fácil aparcar, especialmente en el polígono comercial que hay cerca. Allí vi bastantes zonas de aparcamiento gratuito junto a los centros comerciales del Decathlon o el Media Markt entre otros.
En los alrededores de la playa de Sant Pol de S’Agaró también hay bastantes hoteles y zona azul de aparcamiento, pero puedes encontrar alguna calle sin zona azul cerca de la rotonda que da acceso a la zona, antes de llegar a la gasolinera Repsol. La última vez que lo hicimos en agosto aparcamos en esta zona bastante fácilmente.
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Camino del camino por cala Sa Conca en Platja d’Aro
Los niños bucean, los franceses se tumban al sol y otros inspeccionan las rocas junto al mar. La cala de Sa Conca supone el inicio del camino de ronda de Platja d’Aro a S’Agaró y te va a costar no quedarte todo el día, ya que es una de las calas más bonitas de la Costa Brava.
Para acceder deberás llegar hasta el tramo final de Port D’Aro y a la altura de El Xiri del Port (un restaurante) girar a siguiendo la señalización hacia la playa de Sa Conca. Tras una zona densa de pinedas ideal para comer o resguardarse del sol, encontrarás las escaleras que bajan a la playa.
Sa Conca es una cala con servicios (baños, duchas) y un chiringuito a pie de playa. Cuenta con el reconocimiento de la calidad de sus aguas y verás la Bandera azul ondeando sobre el islote de Sa Conca, una zona rocosa que además divide la playa en dos. La parte más extensa es la Cala Sa Conca en sí, y la más reducida, a veces con fondo rocos, es la Cala dels Oriços o s’Oriçar, donde es fácil encontrar erizos de mar (de ahí el nombre).
Como te he comentado, cuesta levantarse de la playa para abandonarla puesto que el color del agua en un día bueno es espectacular. La arena es bastante agradable y no tiene un acceso al agua demasiado complicado, si bien dentro del agua sí que hay rocas grandes. En la Costa Brava siempre es recomendable llevar escarpines.
Para comenzar el camino debes cruzar la playa hacia el extremo sur donde encontrarás la señalización del camino de ronda. Por cierto, al norte también tienes un interesante camino de ronda de Platja d’Aro a Sant Antoni de Calonge.
Cala Vaques y Mirador de los Esculls de la Font
El camino de ronda de Platja d’Aro a s’Agaró se inicia con una subida suave por un paseo muy ancho, la calle Josep Ensesa junto al mar. Nada que ver con las estrecheces del camino de ronda de Platja Fonda a Aiguablava o la fuerte subida del camino de ronda de Cadaqués al Cap de Creus.
Josep Ensesa i Gubert (1892 – 1981) fue el promotor de este camino de ronda y de la espectacular urbanización de S’Agaró por la que cruza el camino. En 2024 S’Agaró celebra la efeméride y durante el camino puedes ver una exposición al aire libre con carteles que explican cómo se construyó y su historia. Además, se ha instalado una estatua de bronce de Ensesa en este camino.
Tras unos muros, llegamos a una de las primeras zonas rocosas, L’Esquerda dels Llobarros (“Grietas de las lubinas”) donde siempre es fácil ver a algún bañista solitario que no tienes de idea de cómo ha llegado hasta allí y que trata de sortear las rocas.
Siguiendo el camino encontrarás unos metros más adelante una de las mejores zonas para hacer fotos: Cala Vaques, donde una impresionante escalera en el camino desciende hasta un pequeño puerto en las rocas. Por cierto, todo este camino está bien señalizado con unos paneles informativos que detallan la historia del lugar y que explican entre otras cosas la procedencia de las rocas utilizadas para construir el camino.
Tras las escaleras acércate al mirador señalizado para ver una de las mejores vistas de la zona. Superado este paso, llegarás al punto más instagrameables de esta ruta. Se trata del mirador en forma de templete con ocho columnas que hay en la plaza del Mirador.
En este punto el camino de ronda se ha convertido en una elegante plaza que por la parte alta da acceso a espectaculares casas donde no se puede hacer otra cosa que envidiar semejantes vistas desde cualquier habitación. Importante: en la plaza encontrarás una fuente para sofocar el calor.
Esta urbanización de lujo, pensada como una “ciudad-jardín” fue lugar de veraneo de la burguesía catalana y todavía hoy en día conserva algunas de la mejores casas de esta zona de la costa.
De cala Pedrosa a la Logglia de Senyora Blanca
La Costa Brava sigue dando honor a su nombre en más tramos del camino. En Cala Pedrosa encontrarás una zona con algo de arena, un menhir de granito de 3 m de alto fechado entre el s. IV y III a.C. y elegantes casas de principios del siglo XX, siempre de estilo novecentista. Las dimensiones de los edificios dan idea del poder adquisitivo de la burguesía que veraneaba en esta zona.
Además de las casas de alrededor de la plaza del Mirador, destaca la Logglia de Senyora Blanca un espectacular edificio propiedad del mencionado exitoso industrial de Girona, Josep Ensesa i Gubert, pioneros del turismo en la Costa Brava.
Él adquirió los terrenos para construir su ciudad-jardín, y además también fue el promotor del Hostal La Gavina con vistas al Mediterráneo, y que a lo largo de los años se convertiría en el rincón más elegante y exclusivo de la costa catalana. Fue el primer hotel de España miembro de la prestigiosa asociación Leading Hotels of the World. Puedes ver este hotel en la playa de Sant Pol, junto al camino.
Hoy sigue abierto y puedes alojarte en alguna de sus 74 habitaciones y se ha renovado para incluir piscina de agua marina, spa, una logglia (que se ve desde el camino). También sigue regentado por la cuarta generación de la familia. Por allí han pasado entre otros ilustres como Ava Gardner, Orson Welles, Dalí, Sean Connery, Jack Nicholson o Robert De Niro.
Punta d’En Pau y piscina natural
La rocosa Punta d’En Pau es el último punto antes de que el camino de ronda de Platja d’Aro a S’Agaró se adentre hacia la playa de Sant Pol. Debes saber que la Costa Brava es famosa por el viento del norte (tramuntana) que suele soplar muchos días y que también provoca que el aire sea más frío.
Cuando fui, a medida que avanzaba la tarde la tramuntana se hizo más intensa y el agua empezaba a romper fuerte sobre las rocas. No sabía si tendría ganas de volver a bañarme hasta que vi que la espectacular playa de Sant Pol quedaba bien resguardaba tierra adentro.
Lo que en el camino de ronda ya era un viento un poco molesto desapareció al llegar a la cala. Antes de llegar a la cala encuentras uno de los puntos más curiosos de esta ruta: la Caleta del Racó de Llevant, un solarium de hormigón reducido y muy buscado por los que huyen de grandes masificaciones. En general, las vistas desde el camino de ronda tras pasar la Punta son muy espectaculares ya que los pinos vuelven al camino y éste serpentea un poco.
Playa de San Pol de S’Agaró
Si busca un lugar ancho, con pocas piedras y muy familiar ése es la playa de Sant Pol de S’Agaró y que además cuenta con puntos muy emblemáticos en la zona. Como te he detallado, es también un lugar ideal para resguardarse un poco del viento.
En la primera zona de la playa al norte encuentras las coloridas casetas de los Banys de S’Agaró que recuerdan a esos primeros baños de principios de siglo XX. Hoy las casetas se alquilan junto a tumbonas y parasoles.
Junto a las casetas verás también el paisaje protegido de las dunas de Sant Pol. No son demasiado grandes, pero su carácter excepcional hace que tenga una relevancia ecológica importante.
Su existencia nos da una lección histórica de cómo eran los paisajes de esta costa hasta no hace muchos años.
Más adelante verás la reconocible silueta de la Casa de las Punxes, un singular palacete con nueve torres afiladas propiedad de Pere Màrtir Estrada, otro relevante industrial. En la actualidad se encuentra en alquiler, sin uso práctico.
La playa de Sant Pol está compartida por s’Agaró y Sant Feliu de Guíxols. Si te interesa puedes recorrer la zona junto a un guía con este free Tour por S’Agaró.
Sa Caleta, ese rincón instagrameable
La playa de Sant Pol tiene un pequeño rincón en dirección Sant Feliu de Guíxols que se ha popularizado mucho en redes sociales: Sa Caleta. Como su nombre indica se trata de una mini-cala aunque más bien es un bonito lugar entre rocas.
Encontrarlo es fácil. Al sur de la plaza verás una pasarela de madera sobre las rocas. Síguela y baja en la zona de rocas. La localizarás porque suele tener bastante gente alrededor y porque es un lugar de saltos muy popular en la zona.
Si bien es muy bonita, rincones parecidos los he visto en Tamariu y en la zona de los alrededores de Begur.
Te dejo un reel donde puedes ver un resumen de esta ruta:
Vuelta a Platja d’Aro
Decidimos quedarnos a disfrutar de las aguas de Sant Pol para luego regresar por el mismo camino de Platja d’Aro. Como te he comentado, los caminos de ronda son muy disfrutables incluso en invierno cuando en un buen día puedes recorrerlos para disfrutar del paisaje y del mar.
¡Disfruta de lo mejor de la Costa Brava!
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