Los caminos de ronda son una de las mejores maneras de descubrir la Costa Brava. Los hay cortos y sencillos y otros más complejos que no deberías hacer calzado/a con una simples sandalias de playa. En todo caso, estos caminos que también fueron antiguas vías para el contrabando ahora siguen el GR-92 por toda la costa y conectan los principales pueblos de cala en cala.
Entre Calella de Palafrugell y Llafranc, dos de las poblaciones más espectaculares de la costa, encontrarás unos de los tramos más accesibles. Este camino de casi 4 kilómetros es perfecto para combinar con un día de playa. Te permite conocer otras calas y cruza por una zona donde puedes encontrar algo de sombra junto a los pinos que bordean el camino.
La llegada a Llafranc se realiza por una vía muy accesible sin escaleras, ni tramos rocosos. Además, si te animas puedes llegar a pie hasta el Faro de San Sebastiá, que forma parte del Camino de ronda de Llafranc a Tamariu, sin duda más exigente.
Sigue leyendo y no te pierdas una de las zonas con más esencia de la Costa Brava.
Camino de ronda de Calella de Palafrugell a Llafranc
- Camino de ronda de Calella de Palafrugell a Llafranc: información práctica
- Calella de Palafrugell, un antiguo pueblo de pescadores de calles estrellas cala a cala
- Tramo El Golfet – Port Bo
- El tramo más popular: Les Voltes, los arcos de Calella de Palafrugell
- Playa de Malaspina y Port Bo
- Mirador de Canadell y Homenaje a Carles Sentís
- El camino de ronda entre pinedas
- Llegada a Llafranc
- Amplía el camino de ronda por el GR-92 hasta Tamariu
Camino de ronda de Calella de Palafrugell a Llafranc: información práctica
Como te he avanzado, el camino de ronda de Calella de Palafrugell a Llafranc es unos de los más sencillos y accesibles de la Costa Brava, por lo que es perfecto para estirar las piernas entre baño y baño.
El camino parte desde el sur de la bonita población de Calella de Palafrugell, umuy conocida por su cantada de Habaneras, que se inicio en 1966 como un encuentro de cantores en la taberna de Can Batlle y que en la actualidad reúne el primer sábado de julio varios grupos de este estilo musical originado en Cuba en la primera mitad del siglo XIX y que llegó a Catalunya de la mano de los inmigrantes que fueron a “buscar las Américas”.
El centro de Calella está conformado por pequeñas casas bajas blancas y conserva unas pocas barcas de pescadores junto a Les Voltes, los arcos junto a la playa tan característicos de esta villa. Por su parte, Llafranc es otra población de casas blancas y forma junto con la propia Calella de Palafrugell y Tamariu, el triángulo costero del municipio de Palafrugell.
El camino de ronda cruza el pueblo y no tiene pérdida ya que está muy bien señalizado con las marcas rojiblancas del GR-92 y señalización propia. A paso rápido, puedes tardar unos 30 minutos en ir y volver, y casi 1 hora si te lo tomas más con calma.
Ficha de la ruta – Camino de ronda de Calella de Palafrugell a Llafranc:
- Punto de partida: Calella de Palafrugell (desde Cala El Golfet o el centro)
- Dificultad: Fácil. Se trata de una ruta llana que no requiere calzado deportivo.
- Distancia: 3,83 kilómetros desde Les Voltes (1,5 kilómetros más desde El Golfet)
- Duración: 60 minutos ida y vuelta.
- Puntos de interés: mirador de Canadell, playa Malaspina, entrada a Llafranc
Calella de Palafrugell, un antiguo pueblo de pescadores de calles estrellas cala a cala
Cuando llegas a Calella de Palafrugell es fácil imaginarte cómo era este núcleo años atrás. Sus callejuelas y viviendas bajas blancas junto al mar ha cambiado relativamente poco. Hoy ya sólo quedan unas barcas testimoniales, pero muy fotografiadas, que recuerdan ese pasado pesquero junto a Les Voltes, los porches con arco tan reconocibles de Calella. Lo que en su día fueron casas de pescadores de dos plantas, se han reconvertido en restaurantes con espléndidas vistas al mar.
Además de por su pasado pesquero, Calella también es muy popular por sus calmadas calas. La más al sur es la bonita Cala de El Golfet, desde donde parte hacia el sur el camino de ronda hasta la playa de El Castell junto a los Jardines de Cap Roig, también muy recomendables. Desde ese punto, el camino sigue por Calella hasta Llafranc.
Tramo El Golfet – Port Bo
Tras el Golfet, el camino de ronda de Calella de Palafrugell a Llafranc cruza el pueblo a lo largo de un kilómetro y medio por varias playas urbanas. Tras la Playa de San Roc, llega a la Playa de Port Pelegrí, una de las más espectaculares del pueblo. La encontrarás rodeada de varios miradores y destaca por sus aguas cristalinas y calmadas.
Una lengua de roca que se adentra en el mar conforma el tramo más espectacular de Calella: el mirador de la Punta dels Burricaires, que permite observar tanto Port Pelegrí como La Platgeta, una pequeña cala tal y como indica su nombre.
Una escalinata te permite llegar hasta la Punta dels Burricaires, donde también encontrarás un banco circular con las mejores vistas del pueblo.
Al norte de Burricaires, el camino sigue junto al mar pasando por la cala de Port d’en Calau, con también algún edificio con arcos y varios restaurantes con vistas al mar.
El tramo más popular: Les Voltes, los arcos de Calella de Palafrugell
Hasta este punto hemos cruzado buen parte de Calella de Palafrugell desde la bonita Cala El Golfet enlazando el camino de ronda de sur a norte. También es habitual empezarlo desde el corazón mismo del pueblo. Es decir, desde la Playa Port d’En Calau, junto a las casas de Les Voltes que ilustran todas las postales del pueblo.
Los famosos arcos son un lugar de paso, pero también un sitio bastante agradable donde suele correr el aire. Estas antiguas casas de pescadores tienen en la planta baja restaurantes, también incluso bajo estos populares arcos.
Según mi opinión, Calella de Palafrugell tiene suficientes lugares con encanto para comer disfrutando de las vistas, así que si te incomoda comer en un lugar tan de paso por muy popular que sea, no dudes en buscar más rincones.
Playa de Malaspina y Port Bo
El camino sigue por la calle Miramar, situada en primera línea de una zona de playas largas y estrechas. Son las playas de Port Bo/Platja de les barques y la Cala del Port de Malaspina, dos calas perfectamente acondicionadas con bares y restaurantes cerca que ya de por sí valdrían un día bajo el sol sin moverse más.
Pero si me gustan tanto los caminos de ronda es que te “obligan” a andar, lo que siempre te hace descubrir algún rincón singular. Un ejemplo es la piscina natural que encontrarás al final de este paseo y siguiendo el camino de ronda. Puedes acceder por las rocas (no es muy complicado) o bien siguiendo la señalización del camino que en este punto se adentra un poco más por el pueblo.
También puedes verla de nuevo en primera línea de costa en la calle Primitiu Guri, dedicada a un joven marinero del pueblo de 29 años que murió en 1923 tras lanzarse al rescate de una pasajera que iba a bordo de su barca.
Mirador de Canadell y Homenaje a Carles Sentís
Tras la zona de Primitiu Guri, encontrarás un promontorio a modo de nuevo un mirador natural al mar y más conocido como la “terraza de la Casa Rosa“.
Por cierto, la casa rosa en cuestión a la que hace referencia ya no es rosa, si no blanca de acuerdo con un dictamen de Patrimonio de la Generalitat que obligó en 2021 a repintar la casa (no sin polémica en el pueblo) para que no destacara en un litoral dominado por las construcciones blancas.
Una vez superado el paseo, se abre la Playa de Canadell, una de las más grandes de Calella de Palafrugell y que destaca por su zona ancha de arena, algo no muy habitual en la Costa Brava. El Paseo de Canadell frente a la playa también es amplio y realmente da gusto pasear por esta zona.
Al final de la playa encontrarás el mirador de Carles Sentís, dedicado al periodista y político catalán. Además de cronista de mitades del siglo XX, también tuvo una estrecha vinculación con Calella de Palafrugell, tanto como colaborador de la revista del pueblo, pregonero y mecenas de la popular cantada de habaneras, entre otros.
El camino de ronda entre pinedas
A partir de este punto, el camino de ronda de Calella de Palafrugell a Llafranc se abre en su modalidad natural, tal y como sucede en muchos otros caminos de la Costa Brava que combinan tramos por pueblos con otros más naturales, como el de Sa Tuna y Aiguafreda o el de Palamós de la playa natural de El Castell.
Del asfalto pasamos a un camino de tierra bajo densas pinedas, sin duda el mejor lugar para cobijarse un poco del sol. En este camino en concreto, no debes preocuparte demasiado por esa transición ya que se trata de un camino de ronda muy llano que bordea suavemente los rocosos acantilados por la costa.
A la altura del Paseo Xavier Miserachs (fotógrafo catalán), encontrarás en la que en mi opinión es la parte más bonita del camino natural, con vistas a la espectacular cala de Llafranc. Encontrarás incluso un solicitado banco donde puedes sentarte bajo la sombra para observar con calma uno de los paisajes de referencia de la Costa Brava.
Llegada a Llafranc
Apenas unos 20-25 minutos después de haber comenzado el camino de ronda desde Les Voltes en Calella de Palafrugell, llegarás a Llafranc. Los 127 peldaños de les escaleras de Garbí enlazan el camino con el Paseo Marítimo de la cala de Llafranc.
En este punto tiene dos opciones: puedes sentarte a disfrutar de otro enclave de postal con muchas opciones de restauración y luego volver por el mismo camino, o bien apretar un poco y subir las cuestas hasta el Faro de San Sebastià, por cierto hoy reconvertido en un hotel-restaurante muy visitado y que ofrece unas espectaculares vistas en altura de Llafranc. Por si te quieres ahorrar la cuesta, el faro también cuenta con un acceso en coche.
Amplía el camino de ronda por el GR-92 hasta Tamariu
Desde allí sigue el camino de ronda de Llafranc a Tamariu, un tramo más exigente para el que recomiendo un buen calzado. Pese a que cuenta con tramos bien acondicionados, también los hay muy rocosos. Hasta Tamariu por el GR-92 son 12 kilómetros, unas 2 horas y cuarto de camino.
En mi opinión, si tu objetivo es simplemente disfrutar de un día de playa algo activo te recomiendo que camines el tramo de Calella a Llafranc. En cambio, si realmente quieres hacer una excursión más larga (por ejemplo en otoño o primavera) puedes seguir a pie hasta Tamariu.
En ese caso, no olvides llevar también agua. Encontrarás varias playas, pero la mayoría son muy rocosas y requieren llevar cangrejeras. La playa más popular es Cala Pedrosa, que como su nombre indica está llena de piedras, también dentro del mar.
¡Disfruta de los caminos de ronda!
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