Nápoles es una ciudad singular: bella por momentos, laberíntica y caótica en otros, pequeña con grandes vistas, dejada Hasta allí fui con la intención de hacer un viaje por la Costa Amalfitana en marzo de 2020. Como os imaginaréis, el Covid19 truncó la mitad de viaje, lo que nos “obligó” en cierto modo me obligó a patearla mucho más.
Fruto de todas esas caminatas os recomiendo 20 cosas qué ver y hacer en Nápoles en 2 días, más que suficientes para captar la esencia de la ciudad en la que se inventó la pizza.
Qué ver y hacer en Nápoles en 2 días
1. Subir en funicular hasta el Castillo de San Elmo para ver las mejores vistas de la ciudad

Empezamos este recorrido por Nápoles desde el punto más alto en el Castillo de San Elmo, situado sobre la colina de Vomero. Debido a su situación estratégica, se convirtió en el principal punto defensivo de la ciudad y durante muchos años fue utilizado como prisión. Dentro podréis ver el patio, una sala de conferencias y unas bonitas vistas 360º sobre la ciudad y la bahía.
Para llegar, la mejor opción es hacerlo con el Funicular central de ida y vuelta situado en Duca d’Aosta (cerca de la Galleria Umberto I y la Piazza del Plebiscito) y que asciende en apenas 5 minutos hasta Vanvitelli. Desde ahí, sólo tendréis que andar unos minutos para llegar al acceso del castillo. El precio del billete es de 1,10€ . Este medio de transporte se construyó para conectar la zona alta de la ciudad con el centro.
Desde fuera del castillo, en la Via Angelini también podréis ver unas preciosas vistas de la ciudad con el Vesubio de fondo, siempre poniendo un bonito marco a este cuadro tan italiano como es Nápoles.
2. Bajar la Pedamentina, la escalera que une el Castillo de San Elmo con el centro de la ciudad

Si os he recomendado subir hasta San Elmo en funicular es porque la bajada la tenéis que hacer si o si por la Pedamentina para entrar en la esencia de Nápoles. Esta escalera de 414 escalones, que une las dos partes de la ciudad, nos regala algunas de las mejores vistas panorámicas y de las barriadas desordenadas con un punto feo napolitano tan típicas de la ciudad.
Durante la bajada podréis ver casitas con ropa tendida, altares, graffitis, motos que bajan a toda velocidad por callejuelas empinadas, barriadas grises del barrio Spagniolo. Nápoles en estado puro.
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3. Recorrer el caótico barrio Spagniolo o la zona de Montesanto de bajada de la Pedamentina

De bajada de la Pedamentina (y como recorrido algo alternativo) llegaréis al Quarteri Spagnoli, una de las zonas más pobladas y deprimidas de Nápoles que fue construida en el siglo XVII para albergar a las tropas españolas. A pesar de ser un área con mala fama por ser territorio de la Camorra (el recorrido es sólo para amantes de este tipo de espacios) podréis ver alguna iglesia interesante, como la de Montecalvario y la de Santa Maria delle Concezione.
Otra opción, de bajada de la escalera, es ir en dirección Montesanto, una zona con más vida, mercados al aire libre y no tan degradada. Aquí disfrutamos del ambiente vibrante de los vendedores de barrio.
Si además de recorrer la ciudad y sus alrededores quieres conocer a fondo la historia te recomiendo algunos de los tours más destacados por Nápoles:
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- Autobús turístico por Nápoles: recorrido en bus por lo principales lugares de Nápoles.
- Traslados en Nápoles: del aeropuerto al hotel o viceversa.
- Tour gastronómico por Nápoles: para degustar lo mejor de la excelente gastronomía napolitana.
- Excursión a Pompeya y el Vesubio: visita a la ciudad petrificada por la lava de Pompeya y subida al Vesubio
- Excursión a Sorrento y a la Costa Amalfitana: visita los espectaculares acantilados de Sorrento y los pueblos más bonitos de la Costa Amalfitana
- Visita guiada a Pompeya: Conoce la peculiar historia de Pompeya, el pueblo sepultado por la lava
- Excursión a Capri y Anacapri: descubre la glamourosa isla de Capri y uno de los pueblo más bonitos
4. Cerciorarse que lo de la ropa tendida en las calles no es un mito

Viniendo de una ciudad mediterránea como Barcelona, ver ropa tendida en los balcones no es algo raro. En el barrio céntrico del Raval y en las callejuelas del Gótico de Barcelona se pueden ver muchas sábanas, camisetas y ropa interior tendida en la calle. Yo misma, tiendo a menudo en el balcón.
Lo que sí que es más llamativo es encontrar tendederos con ropa secándose en las aceras y a pie de calle de buena parte de la ciudad, especialmente de la zona del Spaccanapoli.

5. Escapar (o entretenarse) en las tiendas del Spaccanapoli

La zona más céntrica y frecuentada por turistas en Nápoles es la Spaccanapoli, una larga calle que se divide en siete secciones de nombres diferentes y en la que encontraréis un buen número de tiendas de souvenirs, heladerías y restaurantes.
La Piazza del Gesù Nuovo, con la rústica fachada de la iglesia que formó parte del Palazzo Sanseverino, es el punto más bonito y acogedor. Frente a ella, se erige el convento-iglesia de Santa Chiara, que alberga en su interior varios patios, un claustro azulejado con 72 pilares y las tumbas reales de Carlos de Calabria y su esposa María de Valois.
Otro punto interesante de la Spaccanapoli lo encontraréis más adelante en la Piazza Domenico, también muy animada a todas horas. Lo mejor en esta zona es dejaros llevar y curiosear por las tiendecitas.
Te puede interesar: Tour de un día Nápoles+Pompeya para la historia y las anécdotas del centro de Nápoles y hacer un tour guiado por Pompeya
6. Comer un sfogliatelle, el dulce más típico de la ciudad

En Spaccanapoli y en otros puntos de la ciudad veréis como muchas heladerías y pastelerías venden un dulce en forma de viera (con más o menos imaginación). Son los sfogliatelle, los dulces típicos de Nápoles rellenos de crema de ricotta, sémola, canelo, vainilla y corteza de naranja confitada.
Los de la pastelería tradicional Sfogliate e Sfogliatelle se sirven calentitos, crujientes y con mucho sabor y es uno de los lugares con mejores valoraciones para probarlos. En general, Nápoles es una ciudad con una excelente gastronomía donde podréis comer muy bien por poco dinero tal y como os contamos en este post con recomendaciones sobre los mejores lugares donde comer en Nápoles.

7. Probar una auténtica pizza napolitana en un restaurante emblemático

Siguiendo con la comida napolitana, no hay nada más emblemático en la ciudad que las pizzas. Se considera a Nápoles como la ciudad en la que se creó uno de los platos más populares del mundo. Se pueden comer pizzas tradicionales en la Pizzería Gigo e Totò Sorbillo (Via Dei Tribunali, 32 . Precios entre 7-12€) , una de las pizzerías más antiguas de la ciudad, o l’Antica Pizzería Di Mateo (Via dei Tribunali, 94), situada en un sencillo local con los hornos de piedra en la entrada.
Las variantes locales por excelencia son la margarita, elaborada sólo con tomate, búfala y albahaca, y la marinera, que sólo incluye tomate, ajo, orégano y aceite de oliva y que debe su nombre a la variante que comían los pescadores en la bahía de Nápoles.
8. Buscar los graffitis de Maradona, dios del fútbol

Aunque todos sabemos que realmente es Messi el dios del futbol, Maradona dejó una profunda huella en la ciudad cuando llegó al equipo de la ciudad tras su exitoso paso por el FC Barcelona y consiguió el primer título del Calcio para el Nápoles en 1987.
30 años después todavía pueden encontrarse numerosos graffitis en su honor, menús diarios, bares con su nombre y hasta un altar en el Bar Nilo que contiene como reliquia un mechón de su cabello. Podéis encontrar también un enorme mural en el barrio popular de San Giovanni Teduccio. Aquí podéis consultar más murales sobre el astro argentino.

9. Cruzar la Puerta de San Gennaro y contar altares de vírgenes, santos y mausoleos de jóvenes miembros de la Camorra

Otro de los imprescindibles sobre qué ver y hacer en Nápoles en dos días es visitar la puerta de San Gennaro, la más antigua de la ciudad. Originalmente era el único camino que unía la ciudad con la tumba del santo. Hoy da acceso a una parte antigua bastante bonita, con curiosas callejuelas en las que en cada esquina encontraréis un pequeño altar con velas y estampitas dedicado a una virgen o un santo (e incluso como ya os he dicho antes a Diego Armando Maradona).
Nápoles es la ciudad de la Camorra, la mafia que la domina desde hace años. Además de a santos, también veréis altares de mármol dedicados a sus caídos. Hay varios, muchos tienen retratos de los difuntos, velas y curiosas figuras que representan las almas del purgatorio. Uno de los más famosos se encuentra precisamente en la Puerta de San Gennaro y fue pintado por Mattia Preti.
Otros se dedican a personas muertas en accidentes o simplemente son obra por favores pedidos a la virgen.
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10. Visitar las catacumbas de Nápoles
La ciudad cuenta con varias catacumbas que podéis visitar si os interesa conocer esta parte de la historia de la ciudad. En las catacumbas de San Gaudioso, situadas en el barrio obrero de La Sanità y con acceso desde la Basílica de Santa María de la Sanitá, encontraréis corredores entorno al sepulcro del obispo africano Septimo Celio Gaudioso.
De tamaño más grande son las catacumbas de San Gennaro, una necrópolis subterránea de dos niveles que lo distinguen como el recinto de este tipo más destacado del sur de Italia.
La catacumba superior, originada por un antiguo sepulcro llamado “Vestíbulo Superior”, es conocida por los frescos de la volta de finales del siglo II y por la pequeña “Cripta de los Obispos” ubicada en la tumba de San Jenaro donde se enterraron algunos de los obispos napolitanos. La majestuosa “Basílica Mayor” es fruto de una amplia transformación de los cercanos espacios realizada cuando, en el siglo V, fue trasladado el santo.
El acceso a las catacumbas se realiza tanto por la plazoleta de la Basílica de la Incoronata del Buen Consiglio de Capodimonte, como por la Basílica de San Jenaro Extramoenia.
11. Entrar en la Catedral de Nápoles

En una ciudad con una presencia religiosa tan destacada, el Duomo es uno de must visit aunque no seas muy religioso. La catedral fue levantada para Carlos I de Anjou a finales del siglo XIII y conserva interesantes decoraciones góticas primitivas y frescos del siglo XIII.
La sala más bonita es la Capella di San Gennaro, que cuenta con una gran cúpula pintada al fresco muy luminosa y bella. En el interior se encuentra el relicario de San Gennaro.
12. Recorrer en silencio el patio del Gesù Vecchio
En uno de nuestros paseos por el centro acabamos entrando en Gesù Vecchio, la sede de la Universidad de Nápoles desde 1777. El patio de las estatuas es la zona más bonitas, ideal para recorrer en tranquilidad entre los pórticos, estatuas y pequeños jardines de este recinto tranquilo en mitad del caos napolitano.
13. Pasear por Via Toledo hasta la Piazza del Plebiscito

La calle más famosa de Nápoles es un pequeño remanso de elegancia, boutiques de moda y bellos edificios comerciales cuyo nombre hace referencia al virrey español Don Pedro de Toledo, quién en 1563 encargó la construcción de esta vía y de las murallas.
La calle desemboca en la gran Piazza del Plebiscito con el Palacio Real a un lado y al otro la iglesia neoclásica de San Francesco di Paola. La vista desde aquí con el barrio alto del Vomero de fondo es una de las más bonitas de la ciudad. El palacio cuenta con 30 bonitas salas con suntuosa decoración.
14. Tomar un helado en la Galleria Umberto I

A mitad de la Via Toledo encontramos esta típica galería con techo de hierro donde los turistas y napolitanos aprovechan el fresco y la sombra para comer helados en las terrazas que hay en el interior e ir de tiendas.
En el interior podéis visitar el histórico Café de Salone Margherita, que años atrás fue el centro de las vida nocturna napolitana.
15. Degustar un auténtico plato de pasta con ragú

Además de pizza, Nápoles también es popular por su salsa ragú a base de carne de buey y trozos pequeños de jamón y embutidos, aliñado con pimienta y hojas de mejorana y un sofrito de verduras con zanahorias y apio cocido muy lentamente.
Uno de los mejores locales para probarla es en Tandem Ragú Ristoranti (Via Giovanni Paladino, 51 . Precios entre 9 y14€), un pequeño local en el centro frecuentado por ambiente local.
16. Visitar otro castillo de la ciudad: Castel Nuovo

El castillo de San Elmo no es el único de la ciudad. Otro de los más simbólicos situado cerca del puerto es el de Castel Nuovo, muy reconocible por sus cinco torres cilíndricas exteriores al que se accede a través de un bonito patio. El edificio fue construido por Alfonso V de Aragón el mismo año de su entrada triunfal en la ciudad en 1443 antes de convertirse en Alfonso I, rey de Nápoles y Sicilia.
El punto más popular del castillo es el Arco di Trionfo, una puerta monumental construida en honor del rey Alfonso I.
17. Pasear por la bahía hasta el Castel dell’Ovo y tomarse unas copas al fresco

El paseo marítimo de Nápoles es un lugar muy agradable para pasear y recuperarse de la intensidad de la ciudad junto a la brisa del mar. Las coloridas casas y fachadas de la Via Partenope amenizarán este paseo que puede tener una primera parada en Castel dell’Ovo, el castillo más antiguo de la ciudad levantado sobre el islote de Megaris.
Pasado el castillo y antes de llegar a la Piazza della Vitoria podéis tomaros un refresco en los bares de las terrazas de esta zona del paseo. De hecho, hay terrazas en varios puntos de esta avenida marítima pero aquí se concentran los principales locales.

18. Pasear por Chiaia, uno de los barrios más glamurosos de Nápoles
¿Hay glamour en Nápoles? La respuesta es sí y lo encontramos en el barrio de Chiaia, situado tras el paseo marítimo en dirección al Posilippo. El bonito arco del Ponte di Chaia da acceso a esta bonita zona repleta de boutiques de arte, anchas calles y ambiente más relajado.
Por supuesto, también hay un buen número de iglesias y elegantes cafés y restaurantes donde podréis disfrutar del Nápoles más amable cerca del mar.
19. Hacer una excursión en coche hasta el cabo Posillipo

Al sur de Nápoles encontramos la península del Posillipo, una zona menos conocida que la Costa Amalfitana al norte de Nápoles, pero con rincones igualmente bellos que se añaden a este listado sobre qué ver y hacer en Nápoles en 2 días. Durante la Edad Media esta zona estuvo ocupada por comunidades religiosas y aldeas. Posteriormente, proliferaron lujosas villas y palacios en primera linea de costa que hoy son seña de identidad de esta zona
La mejor forma de llegar es en coche, puesto que es una zona con fuertes subidas y bajadas. Desde Nápoles supone una intensa caminata. También hay varios autobuses que conectan con la ciudad.

Además de ver las villas y comer en los restaurantes marineros que hay por toda la zona, podéis acercaros hasta el Cabo Posillipo, que cuenta con un pequeño puerto, playa y un acantilado con estupendas vistas al Vesubio.

Excursión a la Costa Amalfitana: Completa la visita a los alrededores de Nápoles con una visita a la Costa Amalfitana
20. Visitar el Museo Arqueológico Nacional para admirar más restos de Pompeya
Si la visita a Pompeya al norte de la ciudad os deja con ganas de más historia podéis acercaros hasta el Museo Arqueológico Nacional, uno de los más importantes del mundo que alberga, entre otras obras, frescos y mosaicos pompeyanos, una valiosa colección de esculturas grecorromanas y una interesante colección de pintura egipcia.
Una de las piezas más valiosas es una detallada maqueta a gran escala de las excavaciones de Pompeya que reproduce de forma exacta todo lo hallado en las ruinas, incluidas las pinturas y mosaicos.